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Los recortes al gasto público, anunciados por el gobierno federal, tienen un problema de credibilidad porque los mercados no le creen a la Secretaría de Hacienda sobre la efectividad de los ajustes, coincidieron analistas.

Los expertos consultados manifestaron además que se está postergando la necesidad de una nueva reforma fiscal para obtener más ingresos para la próxima administración federal.

Dijeron que no se puede medir si funcionan los recortes hasta que desaparezca el efecto del remanente del Banco de México (Banxico), que fue de 239 mil 93 millones de pesos.

“Creo que siguen teniendo un problema de credibilidad; los mercados no le creen a Hacienda todavía, creo que tenemos que verlo en los datos. Hasta ahorita sí hay un recorte de 5% en términos reales, esperemos que se mantenga y que la fotografía el próximo año salga en línea con lo que se anunció”, dijo el economista en jefe de Barclay México, Marco Oviedo.

La especialista del Centro de Investigación y Estudios Presupuestarios, Sunny Villa, advirtió que la confianza en los recortes puede desgastarse en tanto no se encuentre una forma para mayor recaudación de impuestos que compense la caída de los ingresos.

Algo que Oviedo tampoco descarta, porque el tema lo va a tener que ver la siguiente administración.

Remanente y Pemex. Marco Oviedo señaló que hay una distorsión con el remanente del Banxico para visualizar de mejor manera el ajuste al gasto así como por el reconocimiento de la deuda con proveedores de Pemex.

“La mayoría de los inversionistas tienen duda de que se esté llevando a cabo esta consolidación, lo vamos a ver hasta febrero del próximo año que se reporta el cierre (2016), y mientras va a seguir la duda y es un elemento que abona a que Banxico tenga que hacer ajustes en la tasa, hasta que veamos que la consolidación fiscal se está llevando a niveles estables de deuda y que el recorte se esté dando”, dijo.

El profesor e investigador de la Facultad de Economía de la UNAM, Aníbal Gutiérrez, dijo que no queda claro si este ajuste al gasto de 31 mil millones, de los cuales 29 mil son en gasto corriente, justifican lo que se venía haciendo o es algo adicional.

Dada la coyuntura del Brexit, el recorte anunciado el viernes pasado fue un mensaje tratando de confirmar que hay prudencia en el gobierno, dijo James Salazar, analista de CI Banco.

“Este recorte es poco comparado con los anteriores... aprovecharon la coyuntura para dar el mensaje de que se hacen bien las cosas”, dijo.

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