cartera@eluniversal.com.mx

El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) al carbono que se cobra desde hace más de dos años por contaminantes tanto a empresas como a la gasolina, está funcionando, aseguró la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Según el subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher, dicho gravamen tiene características deseables de que su tasa sea más elevada; sin embargo, recordó que debido al Acuerdo de Certidumbre Tributaria no está contemplado que aumente.

Sería algo que le tocaría al Congreso de la Unión analizarlo o proponerlo para su aprobación, estableció.

“La percepción es que este IEPS de carbono que se estableció como parte de la reforma hacendaria de 2013, en general la percepción que nosotros hemos recibido incluso de comentarios internacionales y de analistas y de académicos que han visto el impuesto, ha sido bastante positiva desde el punto de vista de que las características del impuesto al carbono que se estableció, tiene particularidades deseables, como por ejemplo que la tasa del impuesto sea más elevada para aquellos combustibles que sean más contaminantes”, comentó.

Pero afirmó que “en el resto de la administración no estaremos haciendo más modificaciones”.

El subsecretario mencionó que el gobierno federal hizo el compromiso que de no proponer cambios al esquema tributario; en todo caso, señaló que “tendría que hacerlo para su análisis y llevarlo a cabo el Congreso”.

En ese sentido, destacó que vale la pena enfatizar que tanto el IEPS de carbono como la eliminación del subsidio en los combustibles han tenido un impacto positivo desde el punto de vista de limitar el crecimiento en el consumo de los combustibles, que de otra manera hubiéramos observado un consumo más elevado de estos.

El subsecretario de ingresos aseguró que la opinión acerca de la estructura del IEPS de carbono ha sido bastante favorable, en donde incluso, destacó Messmacher, “se nos ha pedido a nosotros compartir nuestra experiencia para que otros países emergentes puedan considerar el adoptar un impuesto similar”.

En 2013, el Congreso de la Unión aprobó, como parte de la reforma hacendaria, un impuesto especial a la venta y la importación de combustibles fósiles de acuerdo con su contenido de carbono con el fin de contribuir a limpiar el aire, reducir enfermedades respiratorias y los gastos en salud pública así como para generar una mayor productividad.

Los impuestos verdes para disminuir los gases del efecto invernadero se hicieron en línea con el compromiso global de México para alcanzar una reducción de 30% para 2020. Se cobran a las empresas 70 pesos por tonelada emitida de carbono que incluye gasolinas y diesel, se aplica un impuesto de entre 6% y 9% a los plaguicidas en función de su toxicidad.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses