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La sobrecapacidad que registra la industria mundial del acero provocó que 16 empresas de América del Norte decidieran cerrar, recortar o despedir personal entre septiembre de 2015 y febrero de 2016, de acuerdo con un estudio de la firma Wiley Rein, difundido por la Cámara Nacional del Hierro y del Acero (Canacero).

De acuerdo con el análisis de Wiley Rein, el exceso de 700 millones de toneladas de acero en el mundo, originado por la producción siderúrgica de China, causó 39 casos de cierres o ajuste de personal en todos los continentes en dicho periodo.

En Norteamérica se registró la mayoría de los casos, con 41% del total (16 empresas), mientras que en Europa se afectó a 11 compañías, en Latinoamérica a cinco, en Asia cuatro, dos en Oceanía y una en África.

La publicación detalla que en Canadá, Estados Unidos y México las importaciones crecieron 93% en 2015, en detrimento de la producción local.

El problema que origina esta situación es el aumento de la capacidad instalada de China, pues se estima que en los últimos cinco años se incrementó en 150 millones de toneladas.

Por ello, un grupo de asociaciones de la industria siderúrgica de 10 países emitió una declaración hace un mes, en la que se comprometió a no otorgar subsidios a la producción, eliminar las plantas que no son rentables y cerrar aquellas que sean inviables, entre otras acciones, a las que se sumó la industria acerera coreana este martes.

En el documento que tiene el respaldo de México, Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea como bloque, Japón, Suiza y Turquía, entre otros, se lamenta la falta de cooperación de China para alcanzar un acuerdo que mitigue la sobrecapacidad mundial.

De acuerdo con las cifras oficiales, 49.6% de la producción acerera mundial en 2015 se originó en China, con 803 millones de toneladas, y le siguieron Japón, con 105 millones de toneladas; India, 89.6 millones; Estados Unidos, 78.8 millones; Rusia, 70.9 millones, en tanto que México generó 18.2 millones de toneladas.

La situación es preocupante para los países productores, por lo que la Unión Europea alcanzó un acuerdo este martes en el que decidió no reconocer a China como economía de mercado y mantener políticas de apoyo a la industria europea, como la acerera, para protegerla de las prácticas desleales en las que incurre el gobierno del país asiático, como otorgar subsidios y fijar precios de venta por debajo de lo real.

Con 546 votos a favor, 28 en contra y 77 abstenciones, los representantes europeos acordaron aplicar instrumentos de defensa para sus industrias contra las prácticas anticompetitivas en materia comercial de China.

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