Económicamente, empresas e inversionistas se encuentran en una encrucijada, los que no tienen dinero necesitan conseguirlo y los pocos que ya tienen un patrimonio considerable, también desean más. Hablando claro de obtener dinero a través de inversiones, para entender términos técnicos, un dato curioso es que en todos los libros y búsquedas por la Internet, relacionados con Finanzas, Contabilidad y temas de Tesorería, encontraremos que los tipos de financiamiento que tiene una empresa son dos: los préstamos y la obtención de dinero buscando nuevos socios, en la mayoría de los casos ofreciendo acciones a nuevos inversionistas.

De acuerdo con la Condusef, el Mercado de Valores está compuesto, por el Mercado de Capitales, el Mercado de Deuda o Dinero, el Mercado de Derivados y el Mercado de Divisas. Las instalaciones y los sistemas que permiten la compra y venta de diferentes productos financieros, lo conocemos como Bolsa de Valores, recordemos que en México existen dos Bolsas de Valores: la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la Bolsa Mexicana de Derivados (MEXDER). En un Mercado de Capitales, entre los principales productos financieros que se ofrecen a compra y venta, están principalmente las acciones de las empresas.

En un Mercado de Capitales las empresas se llaman Emisoras porque ponen a la venta sus acciones y los Inversionistas adquieren estas acciones, pagando una suma de dinero de acuerdo al precio que tengan estas acciones al momento de realizar esta operación, a esto se le llama Mercado Primario y cuando los Inversionistas deciden vender o comprar acciones a otros Inversionistas se le llama Mercado Secundario.

Entre la Bolsa Mexicana de Valores y los inversionistas, están los intermediarios bursátiles, que son las Casas de Bolsa y las Distribuidoras de Sociedades de Inversión, ellos cuentan con asesores que, de acuerdo a la regulación mexicana de la CNBV, deben apoyar, aconsejar y asesorar a los inversionistas en sus decisiones financieras relacionadas con temas bursátiles, claro a cambio de una comisión por los servicios otorgados.

En nuestro país, existen diversos tipos de empresas, las de extracción, de transformación, las de servicios, las comercializadoras, las de compra-venta y la lista continua, sin embargo la Bolsa Mexicana de Valores tiene registradas sólo a 131 empresas o entidades emisoras, es decir sólo estas empresas pueden vender sus acciones en la BMV, en nuestro país los requisitos para que una empresa pueda ser bursátil son demasiado estrictos, como consecuencia de crisis anteriores.

¿Y qué pasa con las que están? ¿Cómo están reaccionando estas empresas a los acontecimientos diarios y al entorno financiero? Un estudio de alumnos de Posgrado de la Universidad del Valle de México reveló que las empresas del sector de extracción y transformación podrían tener un rendimiento razonable a corto plazo (3 meses), pero esto es porque tienen un comportamiento contrario al mercado es decir al Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) que mide el avance o retroceso de la BMV, el cual por cierto desde hace ya al menos tres años, tiene una tendencia a la baja, mientras que los sectores de servicios podrían ser rentables a mediano plazo. Recordemos que a mayor riesgo mayor rendimiento y a menor riesgo, mejor invertir en instrumentos que no son tan variables, como los CETES pero que darán un rendimiento no mayor al 4% de acuerdo con datos de Banco de México para plazos de 28 días, por ejemplo.

Otro tema importante que se debe considerar es el tipo de cambio tan elevado y que a finales de Febrero 2016 no bajaba de 18.70 pesos por dólar americano, precio de venta; las empresas que vendan sus mercancías al extranjero tendrán una ganancia, hasta que les paguen por esa venta, pero mientras, el costo de las materias primas que vienen del extranjero siguen subiendo, eso hace que los productos inevitablemente incrementen su precio.

Llegar a pensar que la gran mayoría de las empresas en México sean bursátiles no es imposible, siempre y cuando se establezcan controles adecuados para que al menos sean empresas estables y solventes y son muchas más que 131 Emisoras, el objetivo sería evitar que las empresas piensen que la única manera de obtener dinero sea pidiendo prestado a tasas de interés mayores al 15% o 20% anual.

* Académico de la Universidad del Valle de México 

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