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En 11 años de acuerdo comercial entre México y Japón, las empresas nacionales se dieron cuenta que exportar al país asiático no es fácil, pues por un clavo o una grapa que vaya de más en un zapato o por un limón que no sea del mismo color el cargamento se puede rechazar.

Los japoneses son muy exigentes, se fijan en cuestiones milimétricas, pero pagan a tiempo y no regatean, dijo la directora de exportaciones de la empresa exportadora de zapatos Gösh, Cozette Gutiérrez, quien es la encargada de atender a clientes japoneses a los que venden de 5 mil a 6 mil pares de calzado al año.

“Son los mejores clientes, pero te exigen mucha calidad, casi todo perfecto y a tiempo”, por eso hay muchas empresas que se desesperan y prefieren dejar a los clientes, explicó.

Los cupos de exportación que dio el gobierno japonés a los mexicanos para venderles productos agrícolas no se utilizaron, con excepción de las ventas de carne de res.

Fueron pocos los exportadores que llevaron carne de cerdo y pollo, miel de abeja, entre otros, de acuerdo con la oficina de representación de la embajada de México en Japón.

Tampoco se utilizó por completo el cupo de calzado, aunque desde abril de 2015 no existe, porque se liberó el comercio de dicho producto.

Para Gösh, parte del éxito con ese mercado, que les permitió incrementar sus ventas de 300 pares en 2007 a 6 mil en 2015, tuvo que ver con que participan mínimo dos veces al año en ferias, show rooms y en exposiciones, lo que da confianza a los clientes asiáticos, además de que tuvieron la flexibilidad para modificar diseños de las botas y zapatos planos para dama y caballero que les ofrecen.

A 11 años del Acuerdo para el Fortalecimiento de la Asociación Económica México-Japón, las firmas mexicanas duplicaron sus exportaciones de mil 470 millones a 3 mil 17 millones de dólares, de 2005 a 2015.

Sin embargo, México quedó con un saldo deficitario porque los japoneses incrementaron sus ventas al mercado nacional, al pasar de 13 mil 77 millones a 17 mil 368 millones de dólares, de acuerdo con el Banco de México.

Las exportaciones mexicanas a Japón representan 0.81% del global de ventas de productos al mundo.

Para la directora de exportaciones de Gösh queda claro que deben cumplirse con normas de calidad muy estrictas y por eso, en el caso de la industria del zapato, se trabaja con la Secretaría de Economía y la Coordinación de Fomento al Comercio Exterior de Guanajuato para comprar máquinas de rayos X, para revisar que los pares de zapatos no traigan clavos, grapas o cabezas de alfileres extras.

La Cámara de la Industria del Calzado de Guanajuato registró un descenso de las exportaciones a Japón, de 360 mil 407 a 358 mil 920 pares.

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