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La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) acordó entregar al gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), un remanente de 239 mil 93 millones de pesos, derivados de las ganancias que obtuvo por sus operaciones en los mercados.

La cifra, que equivale a 1.3% del Producto Interno Bruto, supera los 31 mil 449 millones de pesos que reportó el banco central en 2014 y que también se otorgaron a la Federación.

Esta es la primera vez que el remanente de operación tiene un destino específico de acuerdo con la más reciente reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que mandata al gobierno a utilizarlo para reducir la deuda y fortalecer su posición financiera.

Luego de que el Banxico dio a conocer el remanente de operación, la SHCP detalló que 167 mil millones de pesos, equivalentes a 70% del entero, se van a destinar a recomprar deuda existente y a disminuir el monto de colocación de deuda del gobierno federal durante 2016.

Del 30% restante, 70 mil millones de pesos se van a destinar a una aportación al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, y mil 700 millones de pesos se van a canalizar al pago de aportaciones pendientes con organismos internacionales, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América del Norte.

Hacienda no detalló sobre el uso de los remanentes de operación para la capitalización de Petróleos Mexicanos, aunque informó que continúa analizando los instrumentos a su disposición para apoyar a la empresa productiva del Estado.

“Las características del referido apoyo serán dadas a conocer en los próximos días”, detalló.

Un respiro extraordinario. Analistas coinciden en que el remanente del Banxico da un respiro al nivel de deuda pública, pero difícilmente se va a volver a registrar un saldo extraordinario de esa magnitud.

El remanente va a servir para apuntalar las finanzas públicas de este año, pero tiene un carácter de extraordinario y difícilmente el gobierno podrá contar otra vez con un saldo de esta magnitud, explicó Jonathan Heath, analista económico.

En opinión de Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector, el remanente del banco central tendrá un uso adecuado y ayuda a quitarle presión a la deuda pública, pero no es la solución.

Opinó que el aumento que registró la deuda pública debe de corregirse estructuralmente, con medidas de consolidación fiscal y una disminución del gasto público, y no mediante recursos extraordinarios.

Para Aníbal Gutiérrez, investigador de la Facultad de Economía de la UNAM, la mayor parte del remanente se va a destinar a reducir el nivel de deuda pública actual, no porque sea un problema grave, sino para mandar la señal de responsabilidad.

Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte, dijo que los recursos que se destinen a Pemex tendrán buen uso sólo si se implementan los cambios necesarios para sanear a la empresa en su conjunto.

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