La disparidad económica regional que hay entre los estados del norte y del sur del país genera riesgos en términos políticos y sociales. Por ello, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) afirmó que es urgente articular las políticas, objetivos y acciones entre sector productivo y gobierno.

“Como nación a nivel macro, y en los estados en lo general, hemos fracasado en el objetivo de articular una estrategia y políticas de desarrollo regional sólidas. Esta es una de las grandes asignaturas pendientes del país, y reto fundamental en la implementación de las reformas”, dijo el presidente del CCE, Gerardo Gutiérrez Candiani en su mensaje semanal.

México está lleno de “contrastes dramáticos” en el desarrollo y dinamismo de la actividad de las 32 entidades. Por ejemplo, si en la última década el país hubiera crecido al ritmo de Querétaro y Quintana Roo, el PIB per cápita superaría los 18 mil dólares, 80% más que el actual, afirmó.

Incentivos agresivos. El director de Banobras, Abraham Zamora, dijo que para que las zonas económicas especiales sean atractivas a la inversión, se deben dar incentivos “fiscales agresivos” y ser “paraísos” que permitan hacer negocios con más facilidad.

“Para que a las empresas les convenga irse allá, jalarse para allá y ser productivas y eficientes, debes poner incentivos más agresivos en algunas zonas donde no se tenga la infraestructura mínima para que sean empresas más eficientes”, reconoció en el panel sobre las tendencias de la infraestructura de América Latina.

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