Tal como lo habían anticipado diferentes analistas financieros, en la reunión del pasado 4 de junio el Banco de México mantuvo sin cambio su tasa de interés de referencia en 3%, tasa que no ha tenido cambios desde junio de 2014, cuando en una sorpresiva decisión el Banco de México anunció la que disminuiría en 0.5%.

De acuerdo con el comunicado de Banxico, la actividad económica continúa mostrando un ritmo de crecimiento moderado, en donde la caída de la construcción, el debilitamiento del sector de la minería y del petrolero, así como la pérdida de dinamismo en las manufacturas han dado lugar a una ligera contracción de la producción en el primer trimestre de 2015.

Esta decisión de Banxico se da a conocer dos semanas antes de la siguiente reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) que se llevará a cabo los días 16 y 17 de junio, en donde la mayoría de los analistas coincide en que no habrá movimientos en la tasa de interés y que se mantendrá en un rango de 0% a 0.25%. Esta tasa se mantiene en estos niveles desde diciembre de 2008, cuando la Fed decidió recortar la tasa de 1% a 0.25% y no ha tenido un aumento en casi nueve años. La decisión de la Fed de aumentar la tasa de interés dependerá en gran medida de que el organismo considere que los datos económicos recientes muestren suficiente fortaleza económica, dada por una baja tasa de desempleo, un recuperado mercado laboral y un constante y mantenido crecimiento en el PIB.

Funcionarios de la Fed han compartido en diferentes medios que las tasas de interés en Estados Unidos podrían aumentar para las reuniones que se llevarán a cabo en los meses de septiembre o diciembre de 2015.

Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional ha pedido a la Fed diferir su primer aumento de tasas de interés hasta la primera mitad de 2016 (no en septiembre o diciembre, como han difundido funcionarios de la Fed), argumentando que los fundamentos de crecimiento y empleo permanecen firmes en Estados Unidos; sin embargo, una serie de shocks negativos han debilitado el impulso económico.

Ante una inminente alza de tasas en Estados Unidos, el gobernador del Banco de México ha declarado en varias ocasiones que es necesario evaluar las condiciones para el aumento de tasa en México que permita mantener una baja inflación (de acuerdo con el objetivo de 3%), proteger la estabilidad financiera y no generar mayor volatilidad en el tipo de cambio. De acuerdo con la encuesta de expectativas de los especialistas en economía del sector privado de mayo que da a conocer el Banco de México, consideran que para diciembre de 2015 podríamos tener una tasa de interés cercana a 3.4% y para diciembre del 2016 podríamos tener una tasa de interés cercana a 4.15%.

Este efecto de aumento de tasa de interés no es exclusivo para México, ya que buscando disminuir la salida de flujos de inversión países como Brasil y Chile también podrían incrementar su tasa de interés entre 1% y 0.5% entre 2015 y 2016, según estimaciones de los bancos centrales y de los ministros de estado.

Esta incertidumbre con respecto al momento y la magnitud en que puedan aumentar las tasa de interés en la Fed ha generado volatilidad en los mercados financieros internacionales, donde el MXN ha tenido en lo que va del año una fuerte depreciación contra el dólar estadounidense de más del 6%, cotizando de manera interbancaria a niveles máximos históricos de 15.77. Otras monedas latinoamericanas también han sufrido este efecto ante el dólar como son el real brasileño, con una depreciación del 18%; el peso xhileno, en 5%, y el peso argentino un 6.5%.

Para los mercados internacionales es fundamental estar atentos a los comunicados que se hagan en la siguiente reunión de la Fed de los próximos 16 y 17 de junio, ya que, dependiendo de las decisiones que se den a conocer y el tono de las mismas, podríamos continuar viendo mercados financieros con alta volatilidad y tipos de cambio presionados.

Académico posgrado Dirección de Empresas IEDE- UVM

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