Por Rubén Migueles Tenorio

La tasa de inflación en México se ubicó en 2.93% en la primera quincena de mayo, su registro más bajo desde noviembre de 2005, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Tradicionalmente, en mayo el nivel general de precios en México disminuye como resultado de la baja estacional en las tarifas eléctricas y otros productos; sin embargo, especialistas advirtieron que el dato también fue resultado de la desaceleración económica y la debilidad del consumo interno.

“Fue un cifra sorprendente a la baja debido a que hubo una desaceleración más fuerte de la que se estimaba en el indicador subyacente, es decir, el componente de la inflación que está más ligado a la demanda interna, lo que pudiera representar un riesgo a la baja en la parte del consumo privado”, dijo Isaac Velasco, analista económico de banco Ve por Más.

Aseguró que el resultado del indicador llamó la atención luego de las cifras positivas que se observan en algunos rubros de la demanda interna, “pero que el componente subyacente se haya encontrado en niveles de 2.36% en términos anuales es una señal de que el repunte del consumo que estamos viendo pudiera no ser tan fuerte como los analistas lo están anticipando”.

Agregó: “estamos viendo una desaceleración en los precios de alimentos, de vivienda, educación y servicios que pueden estar siendo una alerta amarilla con respecto a un posible menor consumo interno”.

Además de los factores estacionales que contribuyen a la deflación, adicionalmente hay una baja en la demanda interna que se refleja sobre todo en productos de primera necesidad, y eso acentúa la disminución en los precios, comentó el analista senior de Consultores Internacionales, Sergio Garduño.

“La expectativa es que la inflación se mantenga alrededor de 3% y eso para Banco de México puede ser muy bueno, pero desde el punto de vista de la economía no tanto, porque refleja cierto debilitamiento del crecimiento. El problema del menor dinamismo del consumo se podría agudizar en el cuarto trimestre del año si, como se espera, suben las tasas de interés, lo que limitaría aun más el consumo y el crédito”, explicó.

El analista económico de CI Banco, James Salazar, comentó que el que no haya un dinamismo fuerte en el crecimiento económico se traduce en una holgura de precios. “Actualmente no vemos incrementos fuertes, sobre todo en los rubros de mercancías ni de servicios en inflación subyacente, que es la que está vinculada a la actividad económica”.

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