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WASHINGTON.— Estados Unidos se declaró preocupado pero también listo para respaldar a México en la recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán, tras una fuga que provocó que la Interpol, a petición de las autoridades mexicanas, emitiera de nuevo una alerta internacional para la búsqueda del capo en 199 países.

“Compartimos con el gobierno de México su preocupación por la fuga de Joaquín Guzmán, alias El Chapo”, dijo la procuradora general Loretta Lynch mediante un escueto comunicado.

“El gobierno de Estados Unidos se encuentra listo para trabajar con nuestros socios en México para proveer cualquier asistencia para apoyar o conducir a su pronta recaptura”, añadió Lynch, al recordar que el líder del Cártel de Sinaloa enfrenta serias causas pendientes en tribunales de Estados Unidos.

A partir de estas declaraciones, la titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arely Gómez González, informó en su cuenta de Twitter que sostuvo una conversación telefónica con su homóloga estadounidense sobre la fuga del capo.

Dio a conocer que “esta tarde [ayer domingo] sostuve una conversación telefónica con la procuradora general de los EUA, Loretta E. Lynch, sobre el suceso acontecido ayer [sábado]”.

En la red social agradeció las declaraciones de la funcionaria. “Agradezco el apoyo que ofreció para el buen desarrollo de las líneas de investigación que realiza la @PGR_mx sobre este hecho”, añadió.

El pronunciamiento oficial de Lore-tta Lynch ha evitado toda alusión a la batalla soterrada por la extradición del líder del Cártel de Sinaloa, una disputa que se inició desde el momento mismo de la detención de El Chapo Guzmán en febrero de 2014.

En aquel momento, líderes políticos como el presidente de la Comisión de Seguridad interna de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, se pronunciaron en favor de su extradición a Estados Unidos para evitar una segunda fuga de una cárcel de máxima seguridad, como ocurrió en enero de 2001 cuando el líder del Cártel de Sinaloa se evadió de la prisión de Puente Grande, en Jalisco.

“Quisiera pedir a los mexicanos que consideren la extradición a Estados Unidos, donde sería puesto en una prisión de máxima seguridad y bajo fuertes medidas de vigilancia. De ahí no puede escapar y sería llevado ante la justicia para enfrentar una pena de cadena perpetua”, declaró en aquel entonces McCaul, en el inicio de una serie de pronunciamientos de líderes políticos que temían una nueva fuga de El Chapo Guzmán.

Casi al mismo tiempo, Bob Nardoza, el portavoz de la oficina de fiscales para el Distrito Este de Nueva York, confirmó que la fiscalía de Brooklyn buscaría la extradición del narco mexicano.

Sin embargo, las causas pendientes contra El Chapo en distintas cortes federales de Texas, San Diego, Chicago o Nueva York dificultaron conocer el orden de prioridad que tendría una eventual petición de extradición que nunca se materializó oficialmente.

Aun cuando desde EU nunca se hizo oficial una petición de extradición, el equipo de abogados del líder del Cártel de Sinaloa interpuso una serie de amparos desde que lo detuvieron en febrero de 2014 para tratar de retrasar su posible entrega a las autoridades estadounidenses.

Con información de Notimex

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