En el cuadro femenino del Abierto de Australia, el panorama se presenta incierto.

Ausente la estadounidense Serena Williams, quien aún no está en plena forma tras su embarazo, podría representar una buena oportunidad para que la rumana Simona Halep, número uno del mundo, conquiste su primer Grand Slam.

También asoman dos ex número uno como Garbine Muguruza, de España, la alemana Angelique Kerber, otra vez en su mejor nivel, y la rusa Maria Sharapova, ya afirmada luego del retorno de su sanción por dopaje.

“Espero poder jugar sin dolor”, dijo Muguruza.

La vigente campeona de Wimbledon se retiró el miércoles del torneo de Sidney por una lesión en la pierna tras derrotar a la holandesa Kiki Bertens.

“Es verdad, me habría gustado haber jugado más partidos”, afirmó la jugadora de 24 años .

“Solo disputé dos, pero creo que mi juego estuvo bien. Pienso que a veces no se necesitan tantos partidos. Con mi experiencia, a veces juegas muy bien y no necesitas 25 torneos antes”.

Muguruza dijo que su lesión respondía bien al tratamiento, pero que no podía garantizar estar totalmente en forma para el inicio del primer Gran Slam del año.

“Bueno, va mejor. Estoy entrenando cada día. Estoy haciendo todo lo posible para estar totalmente recuperada”, indicó.

Los reflectores también se los llevaron de momento dos glorias del pasado como Margaret Court y Billie Jean King. Indignada por los comentarios homófobos de Court, la estadounidense de 74 años pidió cambiar la denominación del estadio que lleva el nombre de la australiana en Melbourne Park.

“No creo que el estadio deba seguir llevando su nombre”, aseguró King, quien regresó a Australia después de ocho años y ha llevado una lucha por los derechos de las mujeres en el circuito.

Algunas jugadoras amenazaron con boicotear los partidos que se programen en la segunda cancha en importancia si no le cambian el nombre al estadio, aunque los organizadores desestimaron de momento esa posibilidad.

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