El director deportivo de universidad Michigan State abandonó el cargo el viernes, dos días después de la renuncia de la rectora, en medio de las fuertes críticas por la manera en que manejaron las acusaciones de abuso sexual que derivaron en una sentencia contra el ex médico deportivo Larry Nassar .

Mark Hollis

, quien ocupó el cargo durante 10 años, anunció su retiro en una reunión con un pequeño grupo de periodistas en el campus de la universidad.

Cuando le preguntaron por qué abandonaba el puesto, un lloroso Hollis respondió “porque me preocupo”.

“Cuando uno evalúa la magnitud de todo, esa es la razón para retirarme ahora. Y espero ayude así sea un poquito en el proceso de sanación”, dijo.

Horas después, la universidad informó que su vicerrector Bill Beekman presidirá ahora la institución. Reemplaza a la rectora Lou Anna Simon, quien renunció el miércoles, horas después que Nassar, un exempleado universitario, fue sentenciado a por lo menos 40 años de cárcel por abusar sexualmente de niñas y jóvenes a las que supuestamente brindaba tratamiento médico.

Varias de las más de 150 víctimas, incluidas numerosas gimnastas, hablaron en su audiencia de sentencia. Muchas eran deportistas en la universidad, y algunas acusaron a la institución de no lidiar apropiadamente con sus querellas sobre Nassar.

El médico, quien perdió su licencia a raíz del escándalo, trabajó también con la federación estadounidense de gimnasia.

El viernes, esa federación confirmó que toda su junta directiva renunciaría, tal como lo solicitó el Comité Olímpico Estadounidense, que había amenazado con retirarle la certificación a dicho organismo.

Además de definir las selecciones nacionales de gimnasia, la federación agrupa a cientos de clubes del país.

Algunas de las principales gimnastas estadounidenses, incluidas las competidoras olímpicas Aly Raisman, McKayla Maroney, Simone Biles y Jordyn Wieber, dijeron que fueron víctimas de Nassar.

El presidente de la junta universitaria Brian Breslin convocó a una reunión de dicho grupo, en la que comentó, “está claro que Michigan State no se ha enfocado lo suficiente en las víctimas.

Añadió que los fiduciarios de la institución quieren reanudar las conversaciones con las personas que la han demandado, a fin de “llegar a una conclusión justa”. Las conversaciones se rompieron el año pasado.

La universidad es investigada por la fiscalía del estado de Michigan, legisladores y la NCAA, además de encarar demandas civiles de más de 130 mujeres y niñas.

Asimismo, la junta prevé solicitar que un tercero independiente revise las condiciones de salud y seguridad en la escuela. Y busca que el secretario de justicia del estado, Bill Schuette, contemple el nombramiento de un investigador neutral para abordar el asunto de Nassar y “promover una aceptación de los resultados por ambas partes”.

Schuette, quien se ha postulado para gobernador, dará detalles de su investigación este sábado, durante una conferencia de prensa.

Decenas de estudiantes de Michigan State se reunieron por la noche en el campus para protestar contra la forma en que la institución enfrentó el caso.

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