Seúl.— Corea del Norte aceptó la oferta del Sur de sentarse a conversar el martes, algo inédito desde 2015 y una nueva muestra de la distensión entre los dos vecinos, a un mes de los Juegos Olímpicos de Invierno en PyeongChang.

El encuentro tendrá lugar en Panmunjom, localidad fronteriza situada en la zona desmilitarizada que divide la península de Corea.

El diálogo llega tras la incertidumbre de algunos países de asistir a la justa invernal, debido a las condiciones de seguridad.

El líder norcoreano, Kim Jong-Un, tendió la mano al Sur, al sugerir que PyeongChang podría enviar un equipo el próximo mes a los Juegos Olímpicos de Invierno, que se disputan en territorio de su vecino.

Seúl respondió con la propuesta de comenzar conversaciones de alto nivel en Panmunjom el 9 de enero. Las dos Coreas restablecieron posteriormente su conexión telefónica, interrumpida desde 2016.

En otra muestra de apaciguamiento, los presidentes surcoreano, Moon Jae-In, y estadounidense, Donald Trump, acordaron el jueves aplazar unos ejercicios militares previstos para después de los Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebran entre el 9 y el 25 de febrero.

El portavoz del Ministerio de Unificación, Baek Tae-Hyun, declaró que las negociaciones se centrarán principalmente en los Juegos de Invierno. “Entiendo que el Norte también conversará con el Comité Olímpico Internacional la semana que viene, todo está encaminado a que se realicen unos Juegos en completa calma para los deportistas”, añadió el vocero.

Las preocupaciones en torno a Corea del Norte han eclipsado los Juegos de Invierno, que Seúl y los organizadores declararon “Olimpiadas de la Paz”, al pedir a PyeongChang que participara, a diferencia de lo que hizo en los Juegos de Seúl de 1988.

El objetivo del aplazamiento de los ejercicios es que “las fuerzas de Estados Unidos y de la República de Corea puedan centrarse en garantizar la seguridad de los Juegos y de todos sus participantes”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.

El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, indicó que los ejercicios podrían llevarse a cabo tras los Juegos Paralímpicos, que finalizan el 18 de marzo.

Mattis insistió en que el aplazamiento se debía más a motivos prácticos que políticos, haciendo referencia a la importancia de los Juegos para la industria del turismo en Corea del Sur, y aseguró que Washington no reducirá la presión sobre Pyongyang en otros ámbitos.

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