El Real Madrid visita al Girona en medio de un ambiente enrarecido por la situación política que vive Cataluña.

El futbol no ha podido evitar verse afectado por la crisis territorial en el noreste del país, derivando en manifestaciones políticas y obligando a muchos de los protagonistas a imaginar una hipotética Liga sin equipos catalanes como el Barcelona, el Espanyol o el propio Girona.

El entrenador blanco, Zinedine Zidane, le restó importancia al contexto del partido y aseguró que ellos lo tomarán como cualquier otro. “Sólo veo una cosa, el partido y nada más. Sé que hay mucho ruido pero no me voy a meter”.

Más tarde fue su par en el Girona, Pablo Machín, el que le añadió sensatez a la polémica. “No había ningún motivo para generar alarma. Nuestra afición es siempre cívica. El partido será una fiesta. La motivación está garantizada. Todos los jugadores esperan partidos así”, dijo.

La llegada del Madrid a Girona se presentó sin contratiempos y acompañada de un grupo de aficionados que le dio la bienvenida al equipo, que optó por no utilizar el transporte oficial como medida de precaución antes, durante y depsués del partido.

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