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Esta noche comienza otro ciclo para los Pumas, de hecho es el segundo en lo que va del Apertura 2017, luego de los ceses de Juan Francisco Palencia y Sergio Egea del banquillo. Es el turno de David Patiño, para quien la Liguilla ahorita es un imposible.

El objetivo en Universidad es la de un digno cierre de torneo, pero con la obligación de sumar la mayor cantidad de puntos, de los 18 disponibles en la Liga.

Además de ser coleros, con siete unidades, esta noche contra el Necaxa los felinos de Patiño tendrán que buscar las redes contrarias sin su goleador más efectivo, el chileno Nicolás Castillo.

“No [jugará Castillo], espero lo tengamos lo más pronto posible, él está con todas las ganas, espero que esté, posiblemente, para el juego contra León, sino al siguiente con Monterrey”, explicó ayer el estratega interino, en el aeropuerto capitalino.

Además de la convocatoria con su selección, Castillo se ha perdido tres compromisos del Apertura 2017 debido a que resintió molestias del tobillo derecho.

Pero hay lugar para las buenas noticias. Los auriazules tendrían de regreso a Pablo Barrera, volante que apareció con el resto del equipo hacia Aguascalientes.

“Hay posibilidad que salga a la banca, está muy bien, ya está empezando a entrenar, puede que sea en éste o en el partido que viene”, abundó Patiño.

Respecto a la visita al estadio Victoria, el técnico destacó que saldrán a la cancha con urgencia de sumar. Sólo la estadística estaría a su favor, pues el conjunto del Pedregal no pierde contra los Rayos desde el Clausura 2008.

“Todo mi respeto para ellos, [el técnico Ignacio Ambriz] es un gran amigo mío, vamos a buscar ganar ese partido. Fue bueno haber tenido más días de entrenamiento”, apuntó con la crisis sobre los hombros. “El toro, por los cuernos, tengo toda la confianza y los muchachos ilusionados por revertir ya la situación”.

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