En un país beisbolero de corazón como Venezuela , todos veían raro que Carlos Maldonado llevara todas las tardes a su hijo Giancarlo a jugar futbol. Era una locura.

Pero al final, ambos hicieron carrera, Carlos cómo técnico, Giancarlo como jugador, carrera de muchos años.

El padre ha dirigido muchos equipos, y el hijo jugado en más, como el Atlante de México donde fue campeón. Y el destino los puso frente a frente.

Última fecha del torneo regular del futbol venezolano. Táchira , equipo donde juega el hijo Giancarlo , contra Puerto Cabello que dirige el papá Ricardo .

Últimos minutos, el Cabello va arriba en el marcador, a punto de pasar a la Liguilla, pero.... Giancarlo toma la pelota y recuerda el mayor consejo de su padre: " si tienes confianza, tira " así lo hizo, el balón entró u el Deportivo Táchira eliminó al Puerto Cabello .

En la banca, don Carlos Maldonado veía a la distancia a su hijo y recordaba cómo le enseñó a tirar de lejos; en la cancha, Giancarlo recordaba lo mismo con un sentimiento agridulce, anotó el gol como hubiera querido su padre, pero eliminó a su equipo.

No le quedó más que llorar.

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