edgar.luna@eluniversal.com.mx

Seis meses sin jugar es demasiado para un futbolista…, “pero pasó rápido”, confiesa Cirilo Saucedo, el veterano portero de 35 años, quien tiene un torneo sin trabajar, tras finiquitar su contrato con el Morelia y no llegar a un arreglo con los Bravos de Juárez.

Cirilo es un caso más de los que abundan en el futbol mexicano. Un jugador de prosapia que cuando no llega a un arreglo con un club, simplemente es echado a un lado y tiene que parar, con la ilusión de poder volver.

Lo que llaman el Pacto de Caballeros...

La historia fue así: Morelia le dijo al cancerbero que le liberaba su carta para firmar con Juárez, en la división de Ascenso, pero el equipo fronterizo le dio largas para llegar a un arreglo económico, con el objetivo de obligarlo a firmar por “cualquier cosa”.

La dignidad pudo más que la necesidad, Cirilo optó por parar.

Han pasado cinco meses desde esa decisión y Saucedo, quien debutó en Primera en 2004 con los Dorados de Sinaloa, y hasta fue convocado a la Selección Nacional, se dice tranquilo, a la espera de una nueva oferta, pues asegura estar fuerte, en forma y con muchas ganas de seguir en pos del balón.

“Cuando tomé la decisión de parar sabía de los pros y los contras. Bien dicen que lo que bien se aprende nunca se olvida, bueno, en mi caso no lo aprendí muy bien”, bromea el nacido en Ciudad de México.

Le dicen veterano, pero “no me siento así, estoy en mi punto. Soy más chico que Moi [Muñoz —37 años—), Chuy [Corona —36—], tengo la edad de [Alfredo] Talavera —35—). Todavía puedo hacer buenos partidos, aún tengo hambre”.

El parón que se vio obligado a realizar, no lo “amargó”, “es difícil aceptarlo, no lo puedo negar, pero lo aprovechas. En este tiempo me dediqué a disfrutar a mis hijas, a mi esposa, a mi familia, aunque siempre con la ilusión de regresar y reitero, estos cinco meses se fueron rapidísimo, ni los sentí”.

En este tipo de “retiro forzado”, “no me metí a ningún equipo [amateur] para entrenar… Te puedo decir que no jugué un solo partido”. Aunque no se descuidó y se mantuvo en acondicionamiento físico.

Al final, la tan anunciada firma con los Pumas, no llegó. “Nadie me dijo nada, nadie se me acercó. A quién no le gustaría llegar a Pumas, Cruz Azul, América o Guadalajara… Aunque estén peleando el descenso, hubiera sido un honor”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses