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Un lustro de todos los colores para Chivas. Aunque los altibajos son parte del futbol, los Rojiblancos han convertido su andar en un proceso de extremas decisiones.

Este año saltaron al vacío. Primero se hicieron del doblete (Liga y Copa), y después acabaron el 2017 con la corona abollada.

Pero hay episodios más dramáticos que la “campeonitis”. La crisis tomó fuerza con el intento de hacer unas Chivas holandesas en 2012. Vergara contrató como entrenador a John van’t Schip. El proyecto parecía funcional con la leyenda Johan Cruyff —fallecido en marzo de 2016— como asesor.

Sin embargo, el equipo no cumplió con los objetivos que una millonaria inversión requería.

“Se tenía una base donde podrías hacer muchas cosas bonitas”, dijo Cruyff tras la ruptura con los tapatíos. “Pero Chivas da pena”.

Hace cinco años el Rebaño flotaba en una tormenta. En los torneos Clausura y Apertura del 2013, el Guadalajara terminó en los sitios 17 y 16, respectivamente, con Benjamín Galindo de timonel.

Fue imposible sostener aquel proyecto y José Luis Real volvió para un segundo ciclo (Cl. 2014); pero lejos estuvo de ser el remedio. Se agravó el chiverío.

El descenso. Para el equipo más laureado del balompié mexicano, su momento de más vergüenza fue jugarse la vida en la Porcentual durante el Apertura 2014 y el Clausura 2015, incluso, llegaron a ser últimos de Cocientes.

Además, hubo inestabilidad en el banquillo por la poca paciencia del dueño de Jorge Vergara. Ricardo La Volpe sucedió a Real, pero el argentino apenas terminó el Clausura 2014 y fue despedido por el supuesto acoso sexual a la podóloga del club. Tras un par de interinatos, José Manuel de la Torre tomó las riendas del Guadalajara, al que metió a Liguilla hasta el Clausura 2015; fueron eliminados en semifinales, por Santos.

Pero conflictos internos, donde se sumó la esposa de Vergara, Angélica Fuentes, acabaron con la era del Chepo, que posteriormente denunció un adeudo económico.

Y durante el Apertura 2015, donde Chivas acabó decimotercero, el relevo de la dirección técnica fue tomada por el argentino Matías Almeyda. Entre dudas y señalamientos de la prensa por no conocer el futbol nacional, el Pelado hizo lo que pocos: devolverle protagonismo al Rebaño, constancia en Liguillas y rescatar el mote del equipo más ganador al conquistar los torneos de Liga y Copa en el Clausura 2017.

Un semestre después, el rumbo parece que se perdió. Pese a que la institución ganó el primer torneo de la Liga Femenil, Almeyda y su plantilla quedaron fuera de Liguilla. ¿Será que ya no se ubican y el Clausura 2018 sea su naufragio?

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