Defender la portería de uno de los mejores equipos del mundo durante 17 años consecutivos sólo está al alcance de los elegidos. Y Gianluigi Buffon, sin duda, es uno de ellos.

Cuando " Gigi " disputó su primer partido con la Juventus de Turín en 2001 , Lionel Messi era un niño de 14 años, George W. Bush llevaba unos pocos meses la Casa Blanca y Apple estaba lanzando su primer modelo de iPod. Hoy el mundo es totalmente diferente, pero Buffon sigue ahí, bajo los palos de la "Vecchia Signora".

Hoy anunció que el sábado jugará su último encuentro con la Juventus -a la que llegó en 2001 procedente del Parma- y lo hará levantando la copa que acredita al equipo de Turín como el campeón de la Serie A. Será el epílogo de Buffon en el club en el que se convirtió en leyenda.

Nacido en Carrara el 28 de enero de 1978, el italiano está considerado como uno de los mejores porteros de la historia. A la altura de nombres como Lev Yashin, Ricardo Zamora, Dino Zoff, Gordon Banks o sus contemporáneos Oliver Kahn e Iker Casillas. Ha jugado más de 1000 partidos oficiales y ha defendido la camiseta de Italia en 176 ocasiones, récord del fútbol europeo.

En su palmarés brillan nueve Ligas -más que nadie en el fútbol italiano-, cinco Copas de Italia , una UEFA y, por encima de todo ello, el Mundial de Alemania 2006 . Sólo recibió dos goles en aquel torneo, uno en propia meta y otro de penal.

En total ha jugado cinco Mundiales y se quedó a un suspiro de convertirse en el primer futbolista en participar en seis. Pero la eliminación de noviembre a manos de Suecia, que dejó a Italia fuera de un certamen mundialista por primera vez en seis décadas, marcó a Buffon como pocos hechos a lo largo de su extensa y exitosa trayectoria.

Aquel día anunció que dejaba la " Azzurra " entre lágrimas. "Para el momento del partido inaugural, espero estar bajo el agua con un tubo de oxígeno, en alguna parte, y no aparecer durante un mes y medio. Sólo sacaría la cabeza cuando termine la final", admitió después al semanario alemán "Der Spiegel".

Pero a pesar del dolor que significó para Buffon , aquel fracaso no influyó en su reputación. "El hecho de que algo tan traumático como ver a Italia fuera de un Mundial en 60 años no haga mella en su notable carrera dice mucho de la grandeza de Buffon", apuntó en su momento "The Independent".

En una encuesta a estudiantes italianos, la mayoría nombró a Buffon como su ídolo profesional, incluso por delante del fundador de Amazon, Jeff Bezos , y el jefe de Google, Larry Page.

"Eres un modelo, una inspiración para los porteros de hoy y de mañana", señaló Thibaut Courtois, arquero del Chelsea, en un video tributo por su 40 cumpleaños que le hizo la revista francesa " France Football " en enero.

Pero no todo han sido éxitos y elogios. Relacionado con la extrema derecha por sus palabras y los números que lucía en la camiseta, atravesó por una depresión que casi acaba con su carrera, sufrió varias lesiones de espalda, y perdió millones como hombre de negocios.

También se vio involucrado en varios escándalos, sobre todo por sospechas de apuestas y amaño de partidos. Incluso, debió jugar una temporada en la segunda división, cuando la Juventus fue descendida de categoría y despojada de dos títulos por el famoso "Calciopoli", un escándalo por compra de árbitros.

En aquel momento, podría haber fichado por cualquier equipo tras haber levantado la Copa del Mundo en Alemania, pero se mantuvo fiel a los "bianconieri".

"Mis principios siempre han sido la honestidad, la lealtad y la lucha contra la hipocresía", dijo hoy en la rueda de prensa en la que anunció su adiós a la Juve.

De momento no se sabe qué le deparará el futuro. Sobre la mesa tiene una oferta de la Juve para saltar al organigrama del club, pero también hay clubes interesados en él. Buffon sólo tiene dos cosas claras: si sigue jugando, no lo hará en Italia y fichará por un club grande.

"Soy un animal competitivo. Yo no puedo vivir en campeonatos de tercera o cuarta fila. Ahí no me sentiría completo".

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