Una de las preguntas más recurrentes cuando se habla del Cruz Azul y sus refuerzos es cómo realiza la elección de esos jugadores, si los trae un promotor o varios, si el presidente o el director deportivo en verdad tienen voz y voto.

A lo largo de los años, La Máquina ha tejido una red de visores por diferentes países de Sudamérica con ex futbolistas y hasta ex directivos, quienes dan los reportes de los candidatos para llegar al equipo. Desde Alberto Quintano, en Chile o Alberto Gómez, en Argentina, siempre habrá alguien que dé referencias.

“No sólo nos fijamos en cómo juega, sino cómo vive y tomamos la decisión”, asegura Guillermo Mendizábal, quien explica algunos conceptos claros para tratar de entender la figura de director deportivo en la institución cementera.

Tan señalados como los jugadores y entrenadores, los directores deportivos que han pasado por Cruz Azul se suman a la historia de fracasos de este equipo.

En la teoría, ellos han sido los encargados de armar los proyectos, elegir técnicos, contratar jugadores, desarrollar las fuerzas básicas. Han sido responsables, en un gran porcentaje, de los logros y de los fracasos del club.

Y en La Máquina hay más fracasos que cosas por celebrar.

Mendizábal es el último director deportivo que puede decirse, fue exitoso en la institución cementera. Ex jugador azul en los 70 y 80, y encargado del proyecto que ganó el último torneo de Liga, en el Invierno de 1997 y disputó la final de la Libertadores en 2001.

Después de él han pasado directivos de todo tipo, y no han logrado el ansiado noveno título, por más que el club extienda su red de visores y se le asocie con algunos promotores calificados como “todopoderosos”.

“Es complicado”, dice el Wendy desde Guadalajara, donde reside.

Un director deportivo tiene muchas funciones, “pero creo que entre las más importantes está recordarle al jugador dónde está, el compromiso que hizo y lo que debe cumplir... eso es permanente”.

En Cruz Azul, muchos se han quejado por falta de poder de decisión, que todo lo que se debe realizar debe pasar por la aprobación del presidente, Guillermo Álvarez, “hay una línea de jerarquía, y al final, son los presidentes del equipo”.

La elección de jugadores es clave y también muy criticada, porque son los que dan la cara por el equipo. Se afirma que para esto se dé, deben pasar muchos filtros, comenzando con la directiva y terminando por los promotores. “Se habla de muchas cosas en Cruz Azul. Que si hay que tratar con un solo promotor [Carlos Hurtado], que si todo es negocio. Lo que puedo decir es que yo traté con mucha gente, tuve contacto con todo el mundo”.

Primero elegimos qué posición traer y vemos con nuestros visores en toda Sudamérica, algunos ex jugadores del club como Alberto Gómez en Argentina, Alberto Quintano en Chile. Aclaro, yo no trabajé con un sólo promotor ni hice lo que éste quisiera. La palabra está satanizada, porque hasta uno la hace de promotor cuando en el Draft vas ofreciendo a tus jugadores con otros equipos”.

Es importante que los jugadores que se traigan “sea por beneficio del club, no de un técnico. A veces llega un entrenador y quiere que se compren a cinco jugadores y no... No sabemos si el técnico se va a quedar mucho tiempo, porque si no, qué hacemos con los jugadores que se quedaron, qué tal si al siguiente no le gustan”.

El futbolista que llega a La Máquina “debe tener personalidad, carácter, fuerza, calidad, pero esto no termina ahí...

Hoy, a la distancia, espera que La Máquina encuentre el camino indicado, “reitero, muchos dirán que el club está en el hoyo, pero es el más competitivo en el futbol mexicano llegando a muchas finales. Saldrán adelante, tiene una gran directiva y grandes jugadores... Saldrán, no es fácil jugar en Cruz Azul, hay mucha presión de todos lados, pero cuando puedes con ella, todo lo demás es sencillo”, finaliza el Wendy.

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