Justicia a Reich al carecer de temor

ariel.velazquez@eluniversal.com.mx

El 3 de enero de 1993, Frank Reich, entonces quarterback suplente de los Bills, ejecutó un triunfo 41-38 en tiempo extra sobre los Oilers de Houston, que es recordado como el regreso más grande de Playoffs.

La victoria forma parte del álbum de pocas sonrisas que Reich consiguió en su carrera profesional, pues las cicatrices de cuatro Super Bowls perdidos, no hacen ver bien a nadie.

El domingo en la noche, casi en la misma posición geográfica que tenía como jugador —en la línea lateral— Frank tuvo su quinta aparición en el gran baile y cómo sucedió a principios de enero de 1993, ahora diseñó las jugadas con las que Eagles venció a Patriots en el Super Bowl LII.

Reich no tuvo miedo a perder por conocer lo que es ganar un Vince Lombardi, tanto para él como para los aficionados de Filadelfia. Los Eagles explotaron para 377 yardas aéreas, 164 por tierra. En total, las dos ofensivas tuvieron 1,151 yardas, que es un nuevo récord del Super Bowl para la mayoría de yardas combinadas. El récord anterior fue de 929 yardas en el Super Bowl XXII.

La variedad de jugadas ofensiva de Eagles frenó el sexto campeonato de NFL por parte de Patriots.

Cinco jugadores distintos, anotaron para los Eagles. Una muestra que la imaginación de Reich voló para crear una bella realidad para una ciudad que en football recuerda todos sus festejos al ser pocos.

Alshon Jeffery tuvo el primer touchdown el juego con un pase de 34 yardas de Nick Foles. Jeffery terminó el juego con tres recepciones, 73 yardas y un touchdown. LeGarrette Blount llegó a la zona de anotación para el segundo puntaje del juego de los Eagles. Terminó con 14 acarreos, 90 yardas y un TD.

El tercer TD de Filadelfia fue un pase de una yarda de Trey Burton a Nick Foles en una jugada de engañó y que descuadró el semblante duro de Bill Belichik.

Anotar antes de terminar la primera mitad, es el movimiento predilecto de los Patriots y Reich lo imitó junto a Pederson para ampliar la ventaja antes de irse a descansar.

Como quarterback de banca —con momentos especiales— Reich habla el mismo idioma de Foles, que de la línea lateral del campo dejó los audífonos para agarrar el casco y tomar el lugar que Carson Wentz dejó por lesión el 10 de diciembre.

Con el conocimiento de lo que se necesita para ajustar la ofensiva a otro hombre con diferentes características, Reich modificó el enfoque para aprovechar a su nuevo quarterback.

Foles maquiló la victoria de Eagles con tres pases de touchdown y un índice de pasador de 106.1 que lo hicieron merecedor del nombramiento de Jugador Más Valioso.

Foles también recibió TD y fue nombrado el Jugador Más Valioso del Super Bowl LII.