Tal vez en estos momentos empiece la resaca para muchos ciudadanos de Filadelfia que con el triunfo de los Eagles en el pasado Super Bowl, se embriagaron de festejo sin miedo al mañana.

Pero los Phillies no se pueden confiar, porque tarde o temprano el efecto del analgésico de los aficionados terminará y no les va a gustar ver de nueva cuenta a su novena peleando, pero por no terminar en el fondo de la división Este de la Liga Nacional.

En 2017, los Phillies tuvieron una temporada de 96 derrotas lo que provocó un cambio de dirección.

La novena de Filadelfia tiene un rostro nuevo ahora con Andy MacPhail como presidente, quien a su vez contrató como gerente general a Matt Klentak y al manager Gabe Kapler y a un grupo de jugadores que debe olvidarse de la vieja escuela, que en 2008 dio a la organización su más reciente título de Serie Mundial.

Los abridores de los Phillies tuvieron la segunda peor efectividad (5.23) en las Grandes Ligas, por lo que es comprensible por qué el nuevo liderazgo del club revisó la rotación. Habrá competencia por puestos de trabajo a excepción del as, donde la gerencia decidió ir a la agencia libre por un veterano que puedar guiar las líneas del camino que ahora quieren.

El derecho Jake Arrieta llegó a los Phillies por tres temporadas y 75 millones de dólares. Arrieta no es uno más en ningún equipo, es uno de los lanzadores que en las últimas campañas más sólido ha lucido, y si no, chequen los números de 2016 cuando fue premiado con el Cy Young de la Liga Nacional, además de que ayudó a los Cubs a terminar con la amargura de 108 años sin Serie Mundial.

Antes de Arrieta, Filadelfia firmó a los relevistas Tommy Hunter y Pat Neshek.

Los Phillies estuvieron en penúltimo lugar en las Grandes Ligas en anotaciones antes del Juego de Estrellas del año pasado, pero gracias a la llegada de algunos de sus mejores prospectos, saltaron al décimo lugar en la segunda mitad.

Para sumar fortaleza a la alineación, los Phillies contrataron al primera base Carlos Santana.

La contratación de Santana es una señal de que la reconstrucción está llegando a su fin, ya que el equipo lo firmaron por 3 años y 60 millones de dólares, lo que va en contra de todo lo que el equipo ha estado haciendo en las últimas temporadas.

La incorporación de Santana será esencial para impulsar el desarrollo del núcleo joven del equipo. Santana tuvo una buena temporada 2017 con los Indians bateando .259 con 23 jonrones, 88 bases por bolas, 79 impulsadas, 90 carreras anotadas y 148 hits.

Como segundo o tercero en la alineación, podrá enviar al plato o adelantar a César Hernández el primer bat que el año pasado gracias a su velocidad consiguió 27 infield hits, para liderear en este segmento la Liga Nacional Hernández bateó .373 con gente en las bases, su mejor marca en cinco temporadas que lleva en MLB.

La reconstrucción está llegando a su fin en los Phillies, pero todavía es temprano para celebrar como sucedió con los Eagles.

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