Sochi.— Rusia, la selección anfitriona del Mundial, reemplazará la presión por el placer y luchará por mantener en alto el orgullo nacional en el partido ante Croacia por los cuartos de final del Mundial.

La selección, que llegó al Mundial como la peor clasificada en el ranking de la FIFA entre las 32 participantes, ha desafiado las expectativas de sus aficionados, alcanzando los cuartos de final.

Los futbolistas rusos se han convertido en héroes nacionales, lo que obligó al alcalde de Moscú a abrir una nueva área pública para que la afición vea los juegos.

“Ahora no hay tanta presión, comparado con la que sentimos antes del torneo. Ahora estamos en cuartos de final y sólo quere-mos llevar placer a nuestros seguidores y llegar más lejos”, señaló Aleksandr Samedov.

El técnico ruso, Stanislav Cherchésov, sabe que la mayoría de las 48 mil personas que vayan al estadio apoyarán a los locales.

Cherchésov tiene varios problemas que resolver, y su mayor preocupación aparece en el mediocampo. Alan Dzagoev se ha recuperado de una lesión en el tendón, pero no pudo completar ningún entrenamiento, mientras Samedov estuvo al margen con un problema físico no especificado.

El también centrocampista Yuri Zhirkov está lesionado y es poco probable que vuelva a jugar en el Mundial, a menos que los anfitriones lleguen a la final en Moscú, el 15 de julio.

Detener las asistencias de Modric a un ataque de clase mundial que incluye a Mario Mandzukic, Ante Rebic, Marko Pjaca, Ivan Perisic y Andrej Kramaric será crucial para los rusos, que tendrán que acorralar a la estrella del Real Madrid y mostrar un juego mucho más agresivo.

“Contra España usaron un sistema diferente, pero debes adaptarte a cada equipo contra el que juegas. Ellos pensaron que era la mejor táctica y creo que tomaron la decisión correcta”, dijo el delantero croata Ivan Perisic.

Rusia no ha llegado a una semifinal de un Mundial como nación independiente. La Unión Soviética logró esa hazaña en 1966.

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