Moscú.— Los croatas caminan por las calles de la capital rusa con un gran comportamiento y sonrisa... Bueno, hasta el momento en que arman la fiesta previa a la final en la Copa del Mundo.

“¡Hrvastka ce biti prvak svijeta! [¡Croacia será campeón del mundo!]”. Es el grito de batalla de los balcánicos, quienes han tomado la ciudad, en espera del encuentro de este domingo ante Francia, en el que buscarán hacer historia como un nuevo monarca del orbe.

Ilusionados por lo que ha conseguido su representativo hasta el momento, los ex yugoslavos brincan, cantan, bailan e invitan a quienes los observan con envidia por estar en el partido que define al campeón. En las calles y restaurantes cercanos a la Plaza Roja se les ve felices y eso que aún falta el partido más importante en la historia de su país.

Por ahí, algunos franceses los observan de lejos y esperan a lo que pase este domingo sobre el campo del estadio Luzhnikí.

Quizá más tímidos por el simple hecho de que son menos en número, los galos intentan pasar inadvertidos y tampoco es que se metan con ellos.

Los croatas simplemente disfrutan el momento, como lo haría cualquier otra afición cuyo equipo juega por primera ocasión una final del Mundial.

Las playeras a cuadros rojos y blancos son mayoría, por ahora, en el apoyo a un país pequeño, pero que tiene una gran afición, la cual disfruta el fantástico momento que vive su equipo.

A final de cuentas, ninguno sabe si esto volverá a suceder, porque solamente 13 selecciones distintas —en la historia— han podido alcanzar el duelo más importante del balompié mundial.

Google News

Noticias según tus intereses