Los delitos de alto impacto como la trata, la desaparición de personas, el feminicidio, el secuestro, entre otros, afectan la tranquilidad y la seguridad nacional porque generan, además de violencia, la comisión de otras conductas ilícitas y merman la calidad de vida de las personas. El robo de hidrocarburos figura también entre estos delitos cuya presencia en diversos territorios del país resulta alarmante. Este fenómeno delictivo produce graves daños a la economía del país, fomenta la corrupción y la impunidad, es causa de conflictos sociales, así como un detonador de violencia y factor de riesgo para la población circundante.

El combate frontal contra el llamado “huachicoleo” ha sido prioridad para el presidente Andrés Manuel López Obrador, a diferencia de administraciones pasadas, tanto federales como locales, que lo permitían y hasta auspiciaban. Se han implementado diversas medidas de prevención, con programas que atienden las causas que lo originan para evitar que la delincuencia organizada construya base social entre los sectores sociales más vulnerables. A la par que se toman medidas de combate a partir del patrullaje, la detención de personas, el decomiso de hidrocarburo y la judicialización de carpetas para reducir la impunidad. Este combate logró disminuir de 80 mil barriles diarios robados en noviembre de 2018, a un promedio de 4 mil barriles en estas fechas.

Esta misma narrativa forma parte de los objetivos del gobernador Julio Menchaca en Hidalgo en el combate y neutralización del robo de hidrocarburos en la entidad, que si bien es competencia federal genera otros delitos relacionados como narcomenudeo, robo de vehículos, homicidio doloso, que son competencia local. La Procuraduría General del estado, en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública estatal, la Sedena, la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República (FGR), ha asegurado cerca de 2.3 millones de litros de hidrocarburo, dejando de ser el primer estado con mayor incidencia por huachicoleo, ahora superado por el Estado de México según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Los resultados anteriores no solo reflejan la voluntad política para contrarrestar los efectos de este fenómeno en particular sino el fortalecimiento del Estado de Derecho en la entidad y la legitimidad de sus instituciones.

Asimismo, un golpe contundente a la delincuencia de robo de hidrocarburos en el país fue la reciente captura de uno de los líderes de la banda de “Los Cenobios” dedicada precisamente al robo de combustible en diversas zonas de la República, tras ser detenido por agentes de investigación de la Procuraduría y remitido a la FGR, que había obtenido orden de aprehensión en su contra por delincuencia organizada.

El imperio de la ley se logra con voluntad política y diseños institucionales idóneos. Falta mucho por hacer, pero con objetivos claros y medibles, se avanza por la transformación de la justicia en el país.

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