Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario
Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario

Texto: Carlos Villasana S.

Avenida Santa María la Redonda, ahora Eje Central Lázaro Cárdenas, vista hacia el norte desde el cruce con Mina, antes llamada Puente de Villamil, en las primeras décadas del siglo XX. A la izquierda destaca la pared de la Escuela Industrial "Corregidora de Querétaro", inaugurada en 1910 y reemplazada tiempo después por el Cetis 9. La primera construcción del lado derecho aún existe. Col. Carlos Villasana.

 

Hoy esta zona se conforma por 23 manzanas y está ocupada en su mayoría por conjuntos habitacionales que se realizaron dentro del programa de vivienda para los damnificados luego de los sismos de 1985. También es sede de oficinas de la ahora Fiscalía General de la República, de la Escuela del Ballet Folklórico de Amalia Hernández y del Mercado 2 de abril.

Algunas de las colonias capitalinas son poco conocidas, tal es el caso de Santa María la Redonda, polígono que comprende el actual Eje Central, casi frente a Garibaldi, y Paseo de la Reforma, luego de la prolongación de esta última en los años sesenta, y que hoy se considera parte de la colonia Guerrero, muy cerca del centro capitalino.
 



Luego de la Revolución creció la migración a la capital, entre varias zonas en la colonia Guerrero, por su cercanía al ferrocarril de Buenavista que entre otros destinos llevaba al zócalo, trayendo con el tiempo sobrepoblación.

En la época de los 50 con la decadencia del ferrocarril y la división de la colonia Guerrero, por la prolongación avenida de la Reforma, esta zona cayó en abandono y deterioro, ello según información del documento Tejiendo Redes, Barrio de Santa María la Redonda, elaborado por autoridades capitalinas y del Centro Histórico en marzo de 2019, por lo que varios terrenos que eran patios de mantenimiento de trenes se utilizaron para construir viviendas.

Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario
Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario

Una fotografía de 1928 en la que se aprecia a un grupo de jóvenes en el antiguo Jardín Riva Palacio; al fondo se alcanza a distinguir la pulquería “La reina de las flores” y en el extremo derecho de la imagen se asoma parte de la torre del campanario de la iglesia de Santa María la Redonda. Crédito: Colección Particular.
 

Su origen en uno de los cuatro barrios de Tenochtitlan

“Asomarse al pasado de este vecindario es hacer un viaje hasta la época prehispánica, cuando fue parte del barrio de Cuepopan, también conocido como Tlaquechiuhcan, una de las cuatro parcialidades que formaban México –Tenochtitlan”, afirma en entrevista el cronista de la ciudad, Rodrigo Hidalgo.


Describe que “después de la Conquista, en el corazón de este antiguo territorio se estableció una pequeña capilla que más tarde dio paso al templo de Santa María la Redonda, concluido en 1735. Debe su nombre al presbiterio o «panteón» de forma circular donde fue colocada la imagen de Nuestra Señora de la Asunción” y que hoy es una de las más antiguas de la capital.

Rodrigo recuerda que en su obra La Ciudad de México, José María Marroquí menciona los azulejos, espejos y reliquias que adornaban esta construcción y que hoy ya no existen; también se refiere a la fabricación milagrosa de la escultura de dicha Virgen, cuyas manos y cabeza fueron traídas desde España, mientras que el resto del cuerpo estuvo a cargo de tres misteriosos oficiales que desaparecieron después de realizar su labor.

Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario
Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario

Una toma cotidiana de las avenidas Gabriel Leyva y su continuación, Santa María la Redonda, actual Eje Central, a inicios de los años setenta. La toma fue realizada a la altura del Teatro Blanquita. Crédito: Col. Villasana.

Aquí se encontraba la pierna de Santa Anna

La parroquia se encuentra en Riva Palacio, entre Pedro Moreno y Obraje, frente al Jardín del Obispo, un rincón muy tranquilo que conserva varios edificios de la época porfiriana en los alrededores, entre ellos una curiosa pensión para caballeros en el sitio donde décadas atrás estuvo una pulquería. 


A un par de cuadras, al final de la calle Riva Palacio, una placa en una vieja pared y un sencillo monumento son los restos del extinto cementerio de Santa Paula, fundado en 1784.

La antigua capilla de Santa Paula en la década de los 50. Sobre lo que fuera el cementerio juegan los niños. El templo, en estado ruinoso, perdió sus esculturas y campanas. Al final desaparecería con la ampliación del Paseo de la Reforma hacia el norte en 1963. Foto: Colección Carlos Villasana.
La antigua capilla de Santa Paula en la década de los 50. Sobre lo que fuera el cementerio juegan los niños. El templo, en estado ruinoso, perdió sus esculturas y campanas. Al final desaparecería con la ampliación del Paseo de la Reforma hacia el norte en 1963. Foto: Colección Carlos Villasana.

La capilla del antiguo Panteón de Santa Paula en la década de los cincuenta, pocos años antes de su desaparición. Sobre lo que fuera el cementerio juegan los niños, y el templo, en estado ruinoso, ha perdido sus esculturas, campanas y demás adornos; al final desaparecería con la ampliación del Paseo de la Reforma hacia el norte en 1964. Una parte del edificio de la izquierda aún existe. Crédito: La Ciudad de los Palacios – Crónica de un patrimonio perdido.
 

Este recinto es famoso porque en él fue colocada con todos los honores la pierna de Antonio López de Santa Anna en septiembre de 1842; apenas dos años después, al terminar uno de sus periodos presidenciales, la multitud la sacó de su urna y la arrastró por las avenidas de la ciudad.



La capilla de este camposanto estuvo dedicada a San Antonio de Loyola y sobrevivió al posterior fraccionamiento de la zona, pero finalmente fue demolida con la apertura de Paseo de la Reforma Norte en los años sesenta, que dividió la colonia Guerrero y modificó la identidad local a lo largo de su trazo.

Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario
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Un grupo de niños entre los restos del antiguo Panteón de Santa Paula a inicios del siglo pasado. Este cementerio, fue establecido en 1786 y funcionó hasta 1871; su demolición terminó en la década de 1900, aunque la capilla sobrevivió hasta la ampliación del Paseo de la Reforma en los años sesenta. Crédito: Libro Historia de la Ciudad de México.
 

El cronista menciona que muy cerca de este punto, el Eje Central nos conduce del otro lado del Centro Histórico, donde la música de la Plaza Garibaldi y el comercio de la Lagunilla se asoman desde la acera opuesta. Anteriormente, esta vía también llevó el nombre de Santa María la Redonda, y quizá es difícil imaginar que a un lado corría paralela una acequia.



En la esquina con Mina, los transeúntes apenas se detienen frente a la fachada de un símbolo apagado; en el siglo XIX este espacio fue conocido como Plazuela de Villamil, y en él se construyó una estación para abordar el ferrocarril y viajar a la Villa de Guadalupe.

Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario
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La imponente escuela Industrial “Corregidora de Querétaro” cuando se encontraba en la esquina de Mina, antes llamada Puente de Villamil, y la avenida Santa María la Redonda, en una postal de los años veinte. Fue demolida un par de décadas más tarde para ensanchar y ampliar la avenida que hoy se conoce como el Eje Central. Col. Villasana.

Más tarde estuvo en este sitio el famoso Circo Orrin, hogar del payaso inglés Ricardo Bell, que también daba cabida a funciones teatrales; este destino continuó en la década de 1940 con la llegada del Teatro Margo, reemplazado por el Blanquita y sus grandes espectáculos musicales en 1960.



Fue así que durante las décadas de 1920 y los años 50, los mesones  luego hoteles de paso, así como las vecindades se multiplicaron para los migrantes del interior del país y para la población de este lugar.

Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario
Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario

Vista de inicios del siglo XX del célebre Circo Orrin, ubicado en la Plazuela de Villamil, donde décadas después se ubicó el famoso Teatro Blanquita. En este circo se dio a conocer el legendario payaso Bell, personaje creado por el inglés Richard Bell, amigo del presidente Porfirio Díaz. Incluso se decía que en alguna ocasión, al preguntarle a Díaz por qué no dejaba la silla presidencial, respondió en son de broma: "porque Bell sería el próximo presidente", en alusión a su popularidad. Col. Villasana.
 

El Mercado 2 de abril, el corazón del barrio

Explica que a espaldas de este auditorio (teatro Blanquita) se ubica el corazón social y gastronómico del barrio: el Mercado 2 de Abril que mantiene la característica estructura diseñada por el ingeniero Miguel Ángel de Quevedo.


Fue inaugurado el 5 de febrero de 1903 con una fiesta para los vecinos y locatarios, y el cronista cita al diario El Popular, el cual lo describió con estas palabras: «es de una forma elegante, recibe mucha luz y aire por todos sus lados y todo está en él previsto de manera que la limpieza pueda conservarse inalterable».


Hasta entonces, este predio había sido la Plazuela de Juan Carbonero, y en una de sus esquinas tuvo su estudio el fotógrafo Guillermo Kahlo, padre de la artista plástica Frida Kahlo. La frontera sur del rumbo es la avenida Hidalgo, antes llamada Hombres Ilustres, que ha recuperado su atractivo e importancia después de un largo periodo de abandono.

 

Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario
Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario

Un grupo de mariachis en la avenida Santa María la Redonda, hoy el Eje Central, en la década de los sesenta. Al fondo se ven la Plaza Garibaldi y el restaurante México Típico. Imagen: Col. Villasana.
 

En ella, el fervor religioso convive con la cultura y el comercio callejero. La Plaza de la Santa Veracruz quedó retratada en la película "Los caifanes", de 1967, y a un costado permanecen el templo del mismo nombre y justo en frente el de San Juan de Dios, ambos construidos en el siglo XVIII, cuyos edificios anexos hoy albergan el Museo de la Estampa y el Franz Mayer.



En una urbe como la nuestra, el final de un recorrido es el inicio de muchos más. La última escala es el Hotel de Cortés, creado para hospedar a los religiosos agustinos en el siglo XVII y lugar de origen del célebre «Tin Tan», quien nació en uno de sus cuartos de vecindad en septiembre de 1915. Ahora se transforma para convertirse en la sede del Museo Kaluz, una nueva morada para el arte en la puerta de entrada al primer cuadro de la ciudad. 
 

El reciente rescate de Santa María la Redonda

En 2012, luego de la remodelación de la Alameda Central, los vagabundos y toxicómanos que ahí se encontraban, se trasladaron a Santa María la Redonda y se establecieron en la Plaza de la Santa Veracruz y en la plaza del Teatro Blanquita.


Este cuadrante, situado entre la avenida Hidalgo, el Eje Central y el Paseo de la Reforma Norte, fue motivo de atención en años recientes.


En un comunicado de mayo de 2019, el gobierno capitalino informó del banderazo para iniciar las obras de remodelación de la colonia Santa María la Redonda, como parte de la segunda etapa del rescate y revitalización del centro histórico.

 

Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario
Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario

El cruce de Santa María la Redonda y la calle de Magnolia a finales de los años veinte. Del lado derecho sobresale el cine Isabel, inaugurado en esa misma década; este inmueble tenía cupo para 3 mil 200 personas y actualmente en su lugar hay una unidad habitacional. En el edificio aledaño se aprecia la cantina y tienda de abarrotes "La victoria", que subsiste hasta nuestros días, aunque la construcción ya es otra. Crédito: Col. Particular.
 

Este proyecto contempló inversiones en el drenaje, agua potable, repavimentación, ampliación de banquetas y el rescate del espacio público de dicha colonia, servicios cuya antigüedad era de principios del siglo pasado. También se  modificó la Avenida Hidalgo, todo ello con la intervención de la iniciativa privada.


Algunas de las calles intervenidas fueron Violeta, Riva Palacio, Mina, Galeana, Pensador Mexicano y la Santa Veracruz, en tanto que en el servicio de drenaje las vías fueron Valerio Trujano, Plaza 2 de abril, Violeta, Santa Veracruz, Galeana, Mina y Pensador Mexicano, todo ello con una inversión de más de 28 millones de pesos.


Para evitar accidentes y mejorar la movilidad, el entonces secretario de Movilidad, Andrés Lajous, presentó el proyecto de intervención de Avenida Hidalgo en el tramo de Eje Central Lázaro Cárdenas a Paseo de la Reforma.


Fue por eso que dicha avenida cambió su circulación de doble sentido a uno solo en el tramo Eje Central a Paseo de la Reforma, misma que servirá para salir del centro histórico, también creció la banqueta para quienes visiten el museo Franz Mayer.

 

Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario
Santa María la Redonda, una nueva vida para un barrio legendario

Vista panorámica desde la Torre Latinoamericana hacia el norte de la ciudad alrededor de 1964. Al frente destacan el Edificio Mariscala, que fue demolido tras los sismos de 1985, y la antigua sede de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, que hoy es el Museo Nacional de Arte; al fondo se ven las obras de la ampliación de Reforma y la unidad Tlatelolco todavía en construcción. La avenida que hoy conocemos como Eje Central, a partir de este punto y en otros tramos anteriores tenía varios nombres: Panamá, Niño Perdido, San Juan de Letrán,  Juan Ruíz de Alarcón, Aquiles Serdán, Leyva, Santa María la Redonda y Abundio Martínez. Imagen: Harrison Forman, Univ. of Wisconsin-Milwaukee.
 

En agosto de 2021 se concluyeron estos trabajos con un recorrido de la jefa de gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum por las calles de Zarco y Avenida Balderas.


En esa ocasión anunció que se habían intervenido las vialidades y zonas de Mixcalco, la antigua Merced, Brasil, Zócalo, parte de Eje Central, 5 de mayo, Tacuba y San Ildefonso.


Sin duda, el rescate del espacio público ha dado a esta zona una identidad renovada acorde con su importancia para la memoria de la capital.


Fuentes:

  1. Entrevista con el cronista de la Ciudad de México, Rodrigo Hidalgo.
  2. Tejiendo Redes, Barrio de Santa María la Redonda, elaborado por autoridades capitalinas y del Centro Histórico, marzo 2019, páginas 17 y 21.
  3. https://www.autoridadcentrohistorico.cdmx.gob.mx/storage/app/uploads/public/5d7/16c/ded/5d716cdedc682841111724.pdf