Por: Cristina Hernández

El correo ha sido un pilar en la comunicación entre las civilizaciones de México y el mundo, pues la correspondencia no solo ha sido a nivel personal, sino también para dar avisos como partes de guerra o anuncios oficiales a la sociedad.

En 1956 este diario recopiló la historia del correo en México, en él se lee que se le llamaba “correo” a la persona que corría cuando se llevaban a pie algunas noticias de las autoridades, sobre todo si eran urgentes.

En época de los aztecas , el correo se basó en una estricta disciplina muy parecida a la militar, pues la misión principal era transmitir órdenes y comunicar de forma oral, con mensajes escritos o con jeroglíficos hechos con pinturas.

“Los individuos que desempeñaban tan importantes servicios, eran dedicados desde su tierna edad a recibir una especial educación, tanto física como intelectual”, explicaba este diario. La razón es que quienes realizaban esta función debían tener una buena educación y además conocimiento sobre distintos temas para comunicarlos”, decía el texto.

De las cartas al e-mail, así se transformó el correo en México
De las cartas al e-mail, así se transformó el correo en México

Los “correos” debían tener buena condición física


Los “correos” iban a la escuela y salían con las mejores condiciones de entrenamiento para dedicarse a esa profesión. Además “estaban dotados de fuerza hercúlea y perfectamente musculados, teniendo a la vez agilidad y resistencia”.

Su apariencia y condición física eran importantes debido a las grandes distancias que debían recorrer. La descripción dice que los hombres debían correr con velocidad para salir al primer aviso con una orden y transmitirla a una segunda persona, lo mismo se hacía con el tercero y así sucesivamente hasta llegar al destino.

Esta era la forma en la que hacían llegar al emperador Moctezuma II su pescado fresco; por ejemplo. A los correos se les llama “paynani” cuyo significado es “el que corre velozmente”.
La crónica indica que de acuerdo con la noticia que llevaran era como se vestían y de esa forma eran conocidos, por lo que bastaba verlos para saber el tipo de aviso. Si llegaban con una manta atada al cuerpo y el cabello ceñido, eran temas poco importantes.

En cambio, si había ocurrido algún desastre la gente lo sabía porque entraban a la ciudad silenciosos y con el cabello suelto sobre el rostro. Si se trataba de alguna victoria, los mensajes aparecían con un chimalli, el escudo de las fuerzas militares, al brazo, y blandiendo el macuahuitl, un arma hecha de madera y el cabello trenzado.

 

De las cartas al e-mail, así se transformó el correo en México
De las cartas al e-mail, así se transformó el correo en México


En aquella época la eficacia en las comunicaciones era tal, que el emperador Moctezuma supo de forma oportuna cuando desembarcaron “los hombres blancos y barbados”, es decir, la llegada de los españoles desde San Juan de Ulúa.
 

El cargo de Correo Mayor


Durante la conquista no existió alguna sistematización de correos y solo las comunicaciones oficiales eran transportadas por medio de expresos según fueran las necesidades del gobierno. Se trataba de un servicio postal para envíos urgentes y se utilizaban sobres o cajas, según el tipo de carta o misivas.

Fue hasta 1568 cuando se organizó el servicio de correos pero solo para comunicaciones oficiales y su administración fue encargada a don Martín Olivares, bajo el título de Correo Mayor, a través del pago de una fuerte suma en oro que entró en las arcas reales.

 

De las cartas al e-mail, así se transformó el correo en México
De las cartas al e-mail, así se transformó el correo en México


En 1580 el virrey Martín Enríquez de Almanza expidió el nombramiento del Primero Correo Mayor. Durante su administración estableció las primeras oficinas postales en la Ciudad de México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Querétaro y Guanajuato.

El oficio de correo podía ser renunciable y también heredarse de padres a hijos, tal como ocurrió durante varias generaciones. El Correo Mayor también recibía el nombre de Correo Maestro Mayor de Hostes, Postas y Correos de la Nueva España. Por su labor, tenía voz y voto en el real cabildo y ayuntamientos de la ciudad, pues se consideraba como un regidor.

Una de las mejoras notables fue el establecimiento del primer Correo de Mar inaugurado en 1975 y se fijó la salida desde la Villa de la Vera Cruz. Los envíos de cartas o paquetes eran el día primero de cada mes hacia La Habana.

De esa forma se pretendía hacer más rápida y efectiva la correspondencia y comunicaciones frecuentes con España. En cuanto al Correo de Tierra, se estableció en la calle de Correo Mayor, por lo cual adquirió ese nombre que vemos hasta la fecha. En la Nueva España había 15 oficinas a principios del siglo XVII y el personal no excedía los 19 trabajadores.

 

De las cartas al e-mail, así se transformó el correo en México
De las cartas al e-mail, así se transformó el correo en México

Los correos eran mensuales, es decir, que cada día de mes pasaba alguien a recoger y entregar  cartas nuevas, según fuera el caso, solo algunos estados tenían ese tipo de comunicación con la capital.

La importancia del correo llegó a ser tal, que en varias ocasiones el Rey de España enviaba felicitaciones al virrey de la Nueva España por la eficacia de los empleados al cumplir con sus obligaciones y encargos.

“Acrecentando con esto, la confianza ilimitada que fue adquiriendo este ramo y lo bien que eran vistos, desde entonces, sus empleados, siendo esa la razón de que a esos leales servidores, se les guardasen ciertas consideraciones concediéndoles honores y aún privilegios”, explicaba el texto.

Entre ellos  el “honor” de usar uniforme compuesto con una casaca de paño azul marino, con collarín y vueltas encarnadas, además de bordados de oro. La distinción era solo para quienes tenían un sueldo fijo.

 

De las cartas al e-mail, así se transformó el correo en México
De las cartas al e-mail, así se transformó el correo en México

 


Los trabajadores que tenían honorarios del diez por ciento, guardadores de sellos y otros más recibieron la real orden de 14 de diciembre de 1799, para hacer uso de su bastón a los administradores principales, subprincipales y contadores.

 

Después de la Independencia empezaron los buzones


Después de la Independencia de México hubo cambios en la administración del sistema de correos, se priorizaban además cartas urgentes con órdenes de guerra. Años después permanecieron los uniformes para que la gente pudiera identificar a los carteros.

En 1762 comenzaron a usarse los buzones que eran colocados en las rutas postales, es decir, donde se entregaban y recibían cartas. Para 1882 se publicó el proyecto de Código Postal, formado por empleados de Correos.

Casi un siglo más tarde, en 1856, se emitieron los primeros timbres postales cuyo valor era de medio real, 1, 2, 4 y 8 reales con el busto de Miguel Hidalgo y Costilla. En 1874 se realizó un plano postal de la República, llamado “La Primera Carta Postal, ordenada y hecha por disposición del entonces Administrador General de Correos, don Pedro de Garay y Garay”.

 

De las cartas al e-mail, así se transformó el correo en México
De las cartas al e-mail, así se transformó el correo en México

La llegada del correo electrónico


En agosto de 1986 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto para crear el Servicio Postal Mexicano, la institución responsable del servicio de correo en el país. Entre sus principales funciones están:

Organizar el servicio de correos, emitir estampillas postales, administrar el Museo y la Biblioteca Postal, proponer normas para el cumplimiento de convenios postales internacionales, a través del servicio aéreo, administrar los ingresos por los servicios que presta y mantener actualizado el sistema de información postal.

La llegada del correo electrónico a México fue también a fines de los años 80 del siglo pasado, pero solo para cuestiones académicas o empresariales, según considera el sitio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Fue hasta los años 90 que se extendió el uso de los e-mails, con el surgimiento de las plataformas destinadas a tener una dirección de correo electrónico con entrega inmediata.

En la actualidad, las generaciones recientes difícilmente han enviado o recibido una carta, pues una forma más efectiva e inmediata de correspondencia son los correos electrónicos.
De acuerdo con datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), todos los días son enviados alrededor de 280 mil millones de e-mails. La UNAM también tiene cálculos de que hay alrededor de 4 mil millones de cuentas de correo electrónico a nivel mundial.

El correo electrónico se ha convertido en una herramienta formal en el trabajo o  temas académicos, sobre todo, durante la pandemia de la Covid 19, cuando las tareas comenzaron a enviarse por este medio debido al confinamiento para evitar contagios y también para difundir avisos importantes y otros avisos.

En este panorama, el Servicio Postal Mexicano ha extendido sus fronteras y también sus áreas de servicio, pues ya no solo entrega cartas, sino también todo tipo de correspondencia incluyendo documentos, catálogos, revistas, regalos, avisos comerciales y envío de paquetes a más de 190 países.

Fuentes:
Hemeroteca EL UNIVERSAL.
https://www.gob.mx/correosdemexico/es/articulos/servicio-postal-mexicano-35-anos-de-entregar-emociones?idiom=es
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/6/2654/6.pdf
https://www.gaceta.unam.mx/el-correo-postal-o-electronico-esta-vivo-desde-la-antiguedad/
http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1020005168/1020005168.PDF