El día 1 de septiembre pasado se cumplieron 50 años de la construcción de la carretera transpeninsular en Baja California. Fue el último tramo, la última milla de una obra integradora de la California de 1,700 km²; el caminero a través de vendavales, lluvias y huracanes transformó la geografía, sociedad y vida de Baja California y Baja California Sur.

Fue inolvidable y apasionante ser testigo de la historia cuando quedó cumplida una promesa de la construcción de la carretera federal número 1 Benito Juárez. A esta ceremonia el gobierno federal organizó una ceremonia el gobierno federal a cargo del presidente Luis Echeverría Álvarez y el gobernador de la época Félix Agramont Cota, en una ceremonia solemne con la asistencia de más de 15 mil personas, con honores a la bandera mexicana en el paralelo 28.

En mi cuaderno de notas y memoria quedó plasmado como ayudante del entonces Presidente de la República el evento antes mencionado frente a una enorme águila metálica que subsiste en pleno vuelo en medio del paralelo 28 simbolizando las dos entidades, una ala en cada una de ellas.

La construcción de esta carretera fue una promesa cumplida y un sueño para los habitantes bajacalifornianos quienes siempre pedían esta obra necesaria para el progreso, la prosperidad y el desarrollo de la región.

Asistieron diversos invitados como: Manuel Espinosa Yglesias, la maestra Amina Madera, directora de la Escuela Normal del Desierto, a quien admiré y con quien establecí una amistad fructífera.

La construcción de esta carretera representa la columna vertebral de la integración de una zona alejada de la República y ambicionada por piratas, filibusteros y naturalmente nuestros “amigos del norte”, quienes querían que la fuéramos abandonando y ellos ocupando.

Esta carretera al lado del Ferrocarril del Pacífico conjugaron para siempre las intenciones de arrancarlo de nuestra patria. El Ferrocarril del Pacífico no estaba terminado; faltaba un tramo en el desierto de Altar (ver película de Servando González “El Último tramo”). Esta obra que describo es representativa del progreso y unión fraterna para la península en su conjunto, la cual no solo comienza ni termina en Cabo San Lucas, orgullosamente es parte soberana de México y de los mexicanos. Las nuevas generaciones comprenderán que ante las asechanzas del exterior para apoderarse de esta península debemos trabajar sin descanso para la prosperidad de México.

Muy loable y destacada fue la conducta y trabajo incansable del secretario de Comunicación y Obras Públicas de aquella época, Luis Enrique Bracamontes, hombre leal de la República y gobierno, ejemplo de madurez de la ingeniería mexicana que construyó en tiempo récord este megaproyecto producto de ingenieros mexicanos, contando con el apoyo del subsecretario Rodolfo Félix Valdés Etcharen y Andrés Caso Lombardo.

Atrás quedan las leyendas de Calafia, las exploraciones marítimas de Francisco de Ulloa, Juan Rodríguez Cabrillo y Hernán Cortés en el siglo XVI, quien la bautizó con el nombre de California. Es inolvidable la acción misionera de Fray Junípero Serra y el padre Juan María de Salvatierra, quienes establecieron las primeras misiones. También es inolvidable el padre Eusebio Kino, quien estableció la primera colonia en el arroyo de San Bruno a 20 kilómetros de lo que hoy es Loreto.

La carretera Transpeninsular no solo beneficia al turismo, sino al desarrollo económico por sus grandes bellezas naturales combinando el desierto y el mar.

La terminación de esta obra y su inauguración en 1973 trazó la ruta para la transformación, la comunicación y el desarrollo económico de la región.

Atrás quedó la leyenda, historia y epopeya juntas de la Baja California, tierra de exploradores, y colonizadores intrépidos quienes marcaron para siempre el camino para gobiernos futuros de grandes proyectos.  Aún queda pendiente la explotación sustentable e inagotable de los fondos marinos y oceánicos en el espacio de la Zona Económica Exclusiva la cual incluiría el Golfo de California y naturalmente las Islas Marías.

Los huracanes siempre castigan esta región, fue el caso de septiembre del este año con el huracán Hillary, que ocasionó severas afectaciones. Con brazos firme la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes actual acciona rápidamente con su compromiso con el pueblo de México.

Director del Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.