Nos hacen ver que las primeras señales que le gobierno ha mandado hacen pensar que todo se está perfilando para que se determine que los responsables de la tragedia de Ciudad Juárez, que hasta ahora ha cobrado la vida de 38 migrantes extranjeros, serán algunos de seguridad privada y unos cuantos empleados menores del Instituto Nacional de Migración (INM).
Sin embargo, también nos hacen ver que tratar de mantener esa narrativa será casi imposible, pues hay una gran cantidad de datos duros que dan cuenta del mal manejo que han tenido las instalaciones del INM destinadas a la detención de migrantes. Maltrato, abusos sexuales, hacinamiento y corrupción son solo algunas de las quejas que se han presentado y documentado de manera recurrente contra el personal del INM.
El INM, nos dicen, es solo una parte de un problema que es estructural, y en el que se tendría que revisar la política migratoria de esta administración y la manera en que, en opinión de varios expertos, ha sido puesta al servicio del gobierno de Estados Unidos.
Así que la muerte de estas 38 personas no solo puede ser responsabilidad de los carceleros y empleados del INM, está vez quizá se debe apuntar más arriba si se quiere encontrar a los responsables.
Y no, que no salgan con que el culpable fue el candado de la celda.
También lee: Carlos Loret de Mola.- Los 38 de López Obrador