A partir de 1996 tras la aprobación de la Ley de Reforma de la Inmigración Ilegal y de Responsabilidad del Inmigrante (IIRIRA) entre otras leyes migratorias hubo una transformación en la dinámica migratoria de los Estados Unidos (EU) y de sus políticas de contención y deportación de migrantes como resultado de lo que algunos han llamado la securitización de la política migratoria.  Esto ha provocado una importante reducción de la migración circular de mexicanos que viajan a los EU y un incremento del tiempo de sus estancias en el vecino país, en especial de los migrantes indocumentados como lo muestran el Mexican Migration Project y la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México (EMIF).

Para poder entender los cambios recientes en la política migratoria de los EU, particularmente de la política de deportaciones, es necesario definir a los dos principales grupos de deportados: 1) Los migrantes devueltos o returns que son detenidos por la Patrulla Fronteriza y retornados a su país, sin que haya de por medio una orden de deportación; 2)  Los migrantes removidos o removals que son deportados tanto por faltas penales como por faltas administrativas y en los que existe de por medio una orden de expulsión. Una vez definidos estos grupos es necesario entender porque se han dado estos cambios en las políticas migratorias en los EU y cuales han sido las consecuencias de esto.

La crisis económica de 2008 y los cambios demográficos que ha sufrido la población estadounidense han provocado una reducción particularmente de los trabajos asociados a la construcción y manufactura (en donde solía insertarse los hombres migrantes mexicanos) y un incremento del sector de cuidados de personas (sector que suele ser relacionada principalmente con las mujeres). Esto resultó en un cambio de las políticas migratorias, al incrementarse las deportaciones particularmente de hombres latinoamericanos. Según datos de la EMIF la relación de migrantes devueltos por las autoridades migratorias de los EU pasó de 4.74 hombres por cada mujer entre 1999 y 2009 a 6.73 hombres por cada mujer entre 2010 y 2016, un incremento del 42%.

Dentro de los mecanismos para poder incrementar las deportaciones en los EU se crearon la Ley de Reforma de la Inmigración Ilegal y de Responsabilidad del Inmigrante de 1996 (IIRIRA), la Ley de Antiterrorismo y Pena de Muerte Efectiva (AEDPA) de 1996 y la Ley Patriótica de 2001 que facilitaron la remoción de miles de inmigrantes desde mediados de los años 90´s.

De acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Nacional de los EU (DHS) en 1996 se registraron 1.57 millones de devoluciones de migrantes con un máximo de 1.68 millones en 2000, posteriormente esta tendencia comenzó a caer y solo en 2004 posterior a la creación del DHS hubo un ligero repunte de 1.17 millones de casos, no obstante, el número de devoluciones se ha reducido considerablemente en los últimos 10 años. En tanto que las remociones tuvieron un incremento constante desde 1996 hasta 2013 cuando registraron un máximo de 433 mil casos, lo que provocó que en 2011 el número de remociones superara al número de devoluciones.

Además se observa un cambio en la aprehensión de migrantes en los EU puesto que el DHS lleva acabo estas aprehensiones a partir de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), pero mientras el CBP solo está autorizado para trabajar hasta 100 millas a partir de la frontera, el ICE puede trabajar en todo el país, por lo que la aprobación de programas como el de Comunidades Seguras que inició en 2008 ha permitido que las políticas de control de la movilidad de los migrantes se hayan extendido al interior del país (Rivero, 2016). Puesto que de acuerdo con los datos del DHS la cantidad de aprehensiones de inmigrantes realizadas por la CBP tuvo una disminución al pasar de más de 1 millón de aprehensiones en 2006 a 340 mil en 2011, mientras que las aprehensiones del ICE tuvieron un incremento en 2008 al registrar cerca de 320 mil aprehensiones, con una ligera reducción en los últimos 3 años.

Este incremento de las deportaciones al interior de los EU también ha significado cambios en las características de los mexicanos que han sido deportados particularmente en sus tiempos de estancia en EU, puesto que se ha dado un incremento de los mexicanos que son devueltos por las autoridades migratorias de los EU cuyos tiempos de residencia eran de 3 años o más, pasando de representar el 3.27% en 2006 a un máximo de 38.94% en 2011, y posteriormente mantenerse en alrededor del 20% de los migrantes devueltos entre 2013 y 2015, según datos de la EMIF.

En conclusión, la securitización de la política migratoria en los EU ha provocado un incremento de las deportaciones particularmente de hombres mexicanos quienes han sido retornados a México bajo argumentos de seguridad nacional sin que al momento se haya establecido una relación entre su deportación y cambios en los niveles de seguridad de los EU.  Además estas políticas han incrementado la deportación de migrantes con faltas administrativas no graves y cuyos tiempos de residencia en los EU suelen ser cada vez mayores, lo que puede traer implicaciones para las comunidades de migrantes en los EU quienes ven incrementar su temor e incertidumbre de que sean detenidos por alguna falta administrativa menor y posteriormente devueltos a sus países de origen pese a tener varios años viviendo en los EU y en muchos de los casos haber formado familias en este país.

Por tanto, la deportación de estas personas no solo afecta a los migrantes retornados, también puede traer implicaciones para las familias que dejan en los EU o en su caso para el retorno completo de familias tras a ver sido deportado alguno de sus familiares, ante la imposibilidad de poder regresar a los EU dada la prohibición y criminalización a la que son sujetos y a la militarización de la frontera con México.

Todos estos cambios en las políticas y características de los deportados se traducen en nuevos retos para los migrantes que regresan a México, puesto que en muchas de las ocasiones los fuertes lazos sociales y familiares que han formado en los EU y el debilitamiento de las redes sociales y familiares en sus comunidades de origen imposibilitan que estos puedan volver a sus lugares de origen y por el contrario decidan quedarse en otros lugares del país como las ciudades de la frontera norte de México, en donde en muchas de las ocasiones son estigmatizados como “criminales” lo que incrementa su vulnerabilidad y disminuye sus condiciones de bienestar social y económico.

Referencias:

Alarcón, Rafael y William Becerra (2012) “¿Criminales o víctimas? La deportación de migrantes mexicanos de Estados Unidos a Tijuana, Baja California”, en Norteamérica No. 1, enero-junio de 2012, pp. 125-148.

DHS (2017). “Yearbook of Immigration Statistics 2016” Department of Homeland Security. Disponible en:

EMIF (2017). “Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México” El Colegio de la Frontera Norte, disponible en:

Golash-Boza, Tanya Maria y Pierrette Hondagneu-Sotelo (2013) “Latino Immigrant men and the deportation crisis: A gendered racial removal program”, Latino Studies, Vol. 11, No. 3, pp. 271-292.

Rivera Sánchez, Liliana (2016) “¿Volver a casa? Desafíos y rutas divergentes de migrantes de retorno”, en Jorge Olvera y Laura Baca Tavira, coords. Continuidades y cambios en las migraciones de México a Estados Unidos. Tendencias en la circulación, experiencias y resignificaciones de la migración y el retorno en el Estado de México, Toluca: Universidad Autónoma del Estado de México y Universidad de Texas, San Antonio, pp. 115-144.

Oscar Rodríguez Chávez

Investigador del Observatorio Nacional Ciudadano

@RdCh85 @ObsNalCiudadano

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