El proceso electoral para elegir gobernador en el Estado de México será recordado durante muchos años, la elección del pasado 4 de Junio marca desde cualquier perspectiva, un ciclo histórico en la vida pública y política de nuestro país. Con 5 millones 798 mil 557 sufragios de un padrón de 11,377,921 electores – el más grande de México- y una participación del 51.25%, la contienda mexiquense no sólo se convirtió en la más competida, también es la más cuestionada de los últimos tiempos.

En unos días se cumplirán tres meses desde la elección del 4 de Junio y la polémica sigue en el aire, los órganos electorales han perdido toda credibilidad y son múltiples los testimonios que afirman que aquí se vulneró la democracia, ¿De qué tamaño debe ser el descontento social, para que las instituciones hagan su trabajo y brinden a la ciudadanía resultados que sean producto de una jornada autentica, libre y democrática?

De acuerdo a una encuesta publicada por Parametria, empresa dedicada a la investigación de la opinión, seis de cada diez mexicanos piensan que los resultados del 4 de Junio son producto de un fraude electoral. En relación con dicho estudio y a la pregunta de ¿Usted cree que hubo fraude o fue limpia la elección en el Estado de México? Las respuestas son contundentes; 60% de los encuestados piensan que se cometió fraude, 17% cree que fue limpia y 23% contestó que no sabe.

Funcionarios de todos los niveles en campaña, desvío de recursos públicos, condicionamiento de programas sociales, compra y coacción del voto, reparto de millones de tarjetas “rosas” y de todos los colores, entre otras prácticas antidemocráticas. Ante los ojos de los mexiquenses el 4 de Junio del 2017 se orquestó desde los Pinos el despilfarro de recursos más grande en la historia de las elecciones de un estado; ante los ojos de las instituciones no pasó nada.

Y es que el apresurado actuar de las autoridades electorales sigue siendo un misterio. El pasado 8 de Agosto en una sesión que duró más de ocho horas y pese a la solicitud de representantes de los partidos Acción Nacional, del Trabajo, de la Revolución Democrática y del Movimiento de Regeneración Nacional para que se aplazara la sesión hasta en tanto no se resolvieran todas las controversias de dicho proceso; el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) concluyó el computo final de las elecciones del 4 de Junio y entregó, esa misma noche, la constancia de mayoría al priista Alfredo Del Mazo.

Afuera del recinto la candidata de Morena, Delfina Gómez y miles de simpatizantes, exigieron mediante consignas se contaran todos los votos y se abrieran todas las casillas con el propósito de transparentar la elección. Y es que la batalla jurídica tampoco ha sido sencilla y bien vale la pena rescatar algunos momentos clave del litigio poselectoral que recién está por “concluir”.

El 29 de Junio el pleno del Tribunal Electoral del Estado de México desecho setenta juicios de inconformidad presentados por Morena, PT, PRD y hasta el propio PRI contra la elección de gobernador, por un supuesto error de forma bajo el argumento de que los representantes de los partidos en los consejos distritales carecían de personalidad jurídica. Pero días después, el 12 de julio el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) revocó la sentencia del TEEM, obligándolo así a entrar al estudio de fondo y resolver nuevamente.

Para el 30 de Julio en una apresurada convocatoria para sesionar, el Tribunal Electoral del Estado de México resolvió sorprendentemente en menos de una hora, ciento veintisiete juicios de inconformidad a través de los cuales se habían impugnado los 45 distritos electorales. De los 127 juicios de inconformidad y dos asuntos especiales también derivados de la jornada del 4 de Junio, destacaron los 45 instados por MORENA y el Partido del Trabajo por medio de los cuales solicitaron se ordenara un recuento total en todas las casillas instaladas, en virtud de que a nivel estatal existieron más votos nulos que la diferencia entre el primero y segundo lugar. El tribunal resolvió; de seis mil ciento noventa y seis casillas impugnadas, se anularon sólo setenta y nueve, y con ello terminó con la posibilidad de un recuento.

Por instituto político, según las cifras, en su primera participación para pelear la gubernatura de esta entidad, el partido más votado fue Morena. Nunca antes en la historia política del Estado de México la contienda había sido tan cerrada, lo más cercano a la jornada electoral que recién vivimos, fue en 1999 cuando Arturo Montiel habría ganado la elección con siete puntos porcentuales de diferencia, está vez fueron menos de tres, mismos que de no haber sido por los partidos Nueva Alianza, Verde Ecologista y Encuentro Social, Alfredo Del Mazo no hubiera podido lograr.

Para la publicación de este artículo la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, habrá resuelto ya, sobre los medios de impugnación presentados por irregularidades en la pasada contienda mexiquense, con ello terminará la oportunidad de las instituciones para recuperar la credibilidad e iniciará, de nuevo, una etapa de descontento, desconfianza y retroceso. Habrá perdido la democracia.

Referencias:
- De los resultados cómputo final de la elección a gobernador


- Del estudio presentado por Parametria:

- De la sesión del TEEM del 29-06-2017

- De la sesión del TEEM del 30-07-2017


- De la estadística y cartografía electoral del IEEM



Luis Angel Bojorges Miranda.
@LuisMiranboj @

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