En México los centros de reinserción social tanto estatales como federales distan mucho de su objetivo principal, el de reinsertar a la población privada de la libertad tanto en la sociedad como en la vida productiva del país, y se han vuelto simplemente centros de retención donde las precariedades, la sobrepoblación y la corrupción son evidentes; aunado a esto, constantes y diversos círculos de violencia, así como la criminalización de los presos, muchas veces los orillan delinquir nuevamente.

En la actualidad, la apuesta del gobierno es la justicia restaurativa como una medida para disminuir lo ya citado, pero la percepción es distinta; en las víctimas y la sociedad en general se puede apreciar el sentimiento de que no hubo la justicia deseada, alimentando el enojo y la pérdida de confianza hacia los sistemas de impartición y justicia.

Pero en esta ocasión el tema central no es esta problemática (ya mucho se ha comentado de la cuestionable labor de estos centros a nivel nacional), sino el desconocimiento que se tiene de la misma población privada de la libertad y la fuente tan rica de información que pueden llegar a proporcionar, y con ello, conocer los diversos factores que influyen en las problemáticas de la sociedad para buscar las mejores estrategias de prevención integral del delito.

Es por eso que, en el Observatorio Ciudadano de Prevención, Seguridad y Justicia de Hidalgo del Parral, nos dimos a la tarea de estudiar a fondo a la población en reclusión del CERESO local, mediante el estudio “Investigación sociológica a personas privadas de la libertad del CERESO estatal no. 4 de Hidalgo del Parral, Chihuahua”, el cual tiene como principal objetivo conocer las situaciones demográficas, sociales, económicas, laborales y familiares de los internos, tener una visión más profunda hacia las posibles causas y factores que pudieron llevar a una persona a la comisión de algún delito, así mismo, poder observar la calidad y eficiencia del sistema penal nos permite tener una idea más clara al momento de aplicar una estrategia tendiente a mejorar la seguridad de nuestra sociedad.

Entre los diversos resultados obtenidos hemos podido observar tendencias de conductas o factores muy marcados que pudieran contribuir a aumentar la probabilidad de una persona a delinquir, por ejemplo:

  1. El grado educativo: sólo el 10% de los internos tiene educación media superior y/o superior,
  2. La influencia de un entorno hostil: la tercera parte de los internos tuvieron un familiar preso y casi el 60% manifestó que al menos uno sus padres eran consumidores de alcohol o drogas.
  3. Un entorno económico carente: más de la mitad de los internos antes de su detención fueron campesinos, jornaleros u obreros, mismo oficio que tenían sus padres cuando ellos eran niños.

Otro de los aspectos más relevantes son los presos por delitos de carácter sexual, encontrando que el 41% de las víctimas tenían 14 años o menos al momento de la comisión el delito, pero lo alarmante de esto es que el 60% de éstas eran familiares del victimario.

El 92% de los internos de este CERESO consume o consumió alguna vez alcohol o drogas; después de las bebidas alcohólicas las drogas de mayor consumo fueron la marihuana y las drogas de diseño. La gran mayoría de los consumidores de estas sustancias lo hizo por primera vez entre los 13 y los 18 años y la principal influencia fueron los amigos, todo esto aunado al hecho de que el 58% de los internos manifestaron haber consumido drogas o alcohol antes de cometer el delito. Como sociedad somos culpables de esto ya que hemos normalizado el consumo de estas sustancias y cada vez las legislaciones son más tolerantes en relación con este fenómeno (que como vemos es un detonante importante en la incidencia delictiva).

En materia de reincidencia el 20% de los internos ya había estado presos por algún otro delito, sin embargo, de los internos por delitos de robo, más de la mitad son reincidentes y habían cometido este delito varias veces antes de su última detención.

Podríamos seguir exponiendo todos estos datos y cada vez nos asombraríamos más de la valiosísima fuente de información que pueden brindar estos centros, pero de qué nos sirve si nuestras autoridades por muchos años han enfocado los esfuerzos en castigar el delito sin estudiar las causas generadoras, si los programas de prevención están hechos con el corazón y no con la razón; es entonces que debemos de enfocar nuestra mirada hacia las prisiones y no sólo juzgar a los presos por el fin último si no por los motivos que lo orillaron a cometerlo.

Gustavo Moriel Meraz

Observatorio Ciudadano de Prevención, Seguridad y Justicia de Hidalgo del Parral.

@Ficosec @obsnalciudadano

BIBLIOGRAFÍA

  1. Investigación Sociológica a Personas Privadas de la Libertad del Cereso Estatal No. 4 De Hidalgo del Parral, Chihuahua (Observatorio Ciudadano de Prevención, Seguridad y Justicia de Hidalgo del Parral).
  2. EN NÚMEROS. Estadísticas sobre el Sistema Penitenciario Estatal en México (INEGI)
  3. https://www.excelsior.com.mx/opinion/opinion-del-expertnacional/2017/11/16/1201600
Google News

Noticias según tus intereses