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Un carro de control remoto, un cinturón de herramientas de juguete, una pista de carros y un trenecito, fueron los juguetes que Eduardo eligió para compartir con sus tres primos.

Desde antes de las ocho de la mañana, Eduardo se formó con su madre en las instalaciones de EL UNIVERSAL, en la calle de Iturbide 11, en la colonia Centro de la Ciudad de México, para recibir sus regalos del Día de Reyes.

Pese al frío matutino, no perdió el entusiasmo y cuando por fin le tocó su turno, corrió hacia las mesas donde estaban colocados los juguetes.

El pequeño de seis años anduvo por los pasillos del área de Circulación de EL Gran Diario de México como si se tratara de una juguetería. Revisó las 10 mesas colocadas y en cada una de ellas se detuvo para observar los artículos que tenía a su disposición.

Voceadores, tradición familiar. Raquel Villegas, mamá de Eduardo, ha sido voceadora desde que tenía la edad de su hijo, sus padres se dedicaban a esta actividad. Con una sonrisa en el rostro, comentó que el 6 de enero es uno de sus días preferidos del año, porque le genera mucha satisfacción ver la sonrisa de sus hijos cuando despiertan y ven sus regalos debajo del árbol de Navidad.

“Tengo otros dos hijos, pero son mayores, éste [Eduardo] es mi pilón, es el más chico y me entusiasma ver su felicidad al recibir sus regalos. Mi satisfacción es su sonrisa”, expresó.

Como cada 6 de enero, EL UNIVERSAL entrega juguetes para hijos de voceadores, y desde las seis de la mañana fueron colocadas las mesas sobre las que se pusieron carros y motos de control remoto, juegos de herramientas de plástico, autopistas, trenes, muñecas, estuches de maquillaje, juegos de té, cajas registradoras y robots tipo Transformers.

La entrega se hace desde hace más de 40 años. “Hay juguetes para todas las edades, desde bebés hasta los 12 años. La mayor cantidad de niños para los que se eligen regalos es de seis y 12 años”, detalla Fernando Zúñiga, gerente del Departamento de Circulación de EL UNIVERSAL.

Zúñiga comenta que la entrega de juguetes a voceadores se hace desde hace más de 40 años, en esta ocasión se repartieron mil 200, los voceadores debían dar un vale para recibir los regalos. Los podían escoger al gusto de los menores de edad.

“El Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL, entrega más de mil juguetes cada año como recompensa a la labor que hacen los voceadores, quienes desde la madrugada comienzan a trabajar”, señala Zúñiga.

Tras seleccionar sus obsequios, Eduardo los mostró y dijo cuales eligió: “Escogí un carro de control remoto, un cinturón de herramientas, una pista de carros y un trenecito, los voy a compartir con mis primos. El carro es para mí, me gustan mucho los coches para jugar carreritas”, expresó, mientras se escondía atrás de su madre.

Zúñiga detalló que los vales fueron repartidos por la Unión de Expendedores y Voceadores de los Periódicos de México, el número de los vales asignados dependió del número de hijos o nietos que tengan los voceadores.

“Es un boleto personalizado para cada voceador; sin embargo, algunos traen dos o tres boletos, dependiendo los miembros de la familia. Hay familias enteras que se dedican a esta importante actividad, con 20 o 30 integrantes”, señala.

Matilde Tovar recogió tres regalos para sus tres nietos, dos niños de cuatro y ocho años, y una niña de seis. Para ellos eligió una moto a control remoto, un robot y un estuche de maquillaje. Matilde lleva más de 30 años trabajando como voceadora en Chimalhuacán, Estado de México, y considera que los regalos que los Reyes dejan en EL UNIVERSAL son un gran apoyo.

“Es una gran ayuda, las ventas han estado muy bajas y no hay mucho dinero. Es un apoyo para regalarles algo a nuestros hijos y nietos”, señaló.

El reparto de juguetes se realizó desde las ocho de la mañana y concluyó a las 10:00 horas. Sobre la calle de Iturbide, los niños pasaban con sus juguetes en brazos y una sonrisa.

Karla López tiene cinco años, pero su corta edad no le impidió madrugar para elegir sus regalos: un estuche de salón de belleza con maquillajes, cepillo, uñas de juguete y un espejo, para su hermana de dos años tomó un reloj al que se le prenden los números.

Además de estos regalos, a Karla le trajeron dos ponys, uno de color morado y el otro rosa, una muñeca Barbie y una cocina de juguete; compartirá sus regalos con sus primas de siete y seis años, con quienes siempre juega.

“Este año me trajeron todo lo que les pedí. El año pasado pedí un pony, pero no me lo trajeron y hoy cuando me desperté vi dos debajo del árbol. Me dio mucha emoción porque son mis juguetes preferidos, me gusta mucho la caricatura de Mi Pequeño Pony, todas las tardes la veo. Me porté muy bien en el año, por eso los Reyes me trajeron todo lo que les pedí”.

Adriana Castellanos, mamá de Karla, comenta que los juguetes que les reparten a los hijos de voceadores es una gran ayuda, porque así los niños pueden tener más regalos. “Sí es una gran ayuda, los juguetes están carísimos, ya cualquier cosa no baja de 400 pesos, es mucho dinero”, dijo.

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