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Alejandro Arriaga, comerciante de 50 años, entró en un establecimiento de empeños localizado frente al Zócalo de la Ciudad de México con la intención de dejar el anillo de compromiso que le regaló a su esposa. La familia necesita el dinero para pagar la cena de Año Nuevo e irse de vacaciones.

La joya de oro y diamante ha entrado y salido de casas de empeño a lo largo de sus más de 10 años de matrimonio. En esta ocasión le ofrecieron 15 mil pesos por el símbolo de la promesa de amor que se entregaron.

“Vine a empeñar el anillo de compromiso de mi esposa para pagar la cena de Año Nuevo. Me ofrecieron 15 mil pesos, mi esposa no me dijo nada de que lo traje a empeñar porque ella también tiene que hacer unas compras y porque yo le di mi aguinaldo. Nos acoplamos para las emergencias y los apuros”, explica Alejandro.

Cuenta que los ingresos que ha percibido durante este mes se le terminaron, debido a varios gastos importantes: regalos de Navidad y la cena que compartió con su familia; además, compró literas a sus hijos, adquirió una lavadora y ropa para todos.

El comerciante explica que aunque todavía le queda algo de dinero en el banco, ese recurso constituye el ahorro familiar, por lo que no tiene intenciones de gastárselo en las vacaciones y el fin de año; en lugar de eso prefiere conservarlo como un ‘guardadito’ para las emergencias.

Considera que las personas que se ven en la necesidad de empeñar algunas de sus pertenencias lo hacen porque no tienen la capacidad económica para enfrentar algunos de sus gastos y piensa que es en esta época del año cuando más se incrementa la necesidad de las familias.

“Este anillo lo empeño cada vez que necesito dinero, a veces pido 5 mil pesos; otras veces pido 10 mil. Ahorita como nos dieron el máximo, vamos a aprovechar para irnos a Cuautla o a Cuernavaca de vacaciones.

“El anillo, más mi sueldo y el de mi espos, nos va a sacar del apuro. Antes he empeñado otras cosas: hoy quise dejar un reloj, pero no me lo recibieron porque tiene un detalle en la correa. Creo que las personas que traen a empeñar sus cosas lo hacen porque no tienen la capacidad económica para algunos gastos”, dice.

Alejandro calcula que logrará recuperar el anillo de compromiso de su esposa en 15 días. El dinero lo necesita porque invitó a sus suegros y familiares a pasar el Año Nuevo en casa y hay que pagar la cena.

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