El jueves 7 de septiembre un temblor de 8.2 grados en la escala de Richter sacudió al país, principalmente a los estados de la costa sur del Pacífico.

Las noticias, las malas, empezaron a llegar, el Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca y parte de Chiapas, los que más sufrieron los embates. Casas, mercados, iglesias cayeron, y decenas de mexicanos perdieron la vida.

El pasado 19 de septiembre, 32 años después de los sismos de 1985, otro movimiento lastimó a la Ciudad de México, Puebla y Morelos.

Los mexicanos, como siempre, acudieron a los centros de acopio con alimentos, agua, cobijas, medicamentos, rescatistas y voluntarios en primera fila.

Para movilizar la solidaridad de la sociedad, la infraestructura confiable de la red nacional de carreteras para el traslado de alimentos, medicinas, maquinaria pesada, casas de campaña, cocinas y unidades médicas móviles, demostró su eficacia.

Los elementos del Ejército, Marina, Policía Federal y Protección Civil llegaron hasta los lugares más alejados y de difícil acceso.

Los fenómenos naturales año con año son una prueba para el programa de infraestructura del presidente Enrique Peña Nieto. La red opera en 100% y ha aprobado cada uno de sus exámenes.

Las entidades afectadas por los sismos cuentan en este sexenio con nuevas vías de comunicación y las carreteras que ya existían han sido remozadas y modernizadas.

Ampliaciones en las autopistas México-Pachuca y México-Puebla son puerta para la llegada de apoyo a la capital.

Para el arribo de auxilio a los municipios de Jiutepec, Emiliano Zapata y Temixco, en el estado de Morelos, la Interconexión Segundo Piso a la Caseta de Tlalpan y el Paso Exprés de Cuernavaca, han mantenido tránsito fluido y sin interrupción, para los usuarios cotidianos.

La circulación es continua y segura, vehículos ligeros, autotransporte y transporte de carga realizan el traslado de personas, víveres, voluntarios, rescatistas y equipos de emergencia.

La autopista Oaxaca-Istmo y la carretera Acayucán-La Ventosa, han sido de valioso apoyo para el traslado de asistencia a zona del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca. Los tramos hacen que el tránsito pesado sea más fluido y se ahorre tiempo en los traslados.

La modernización y conservación de las vías de comunicación terrestre de Chiapas, es vital para llegar a los lugares más apartados que sufrieron los estragos de los movimientos telúricos.

Agilizar el tráfico en Puebla con el Viaducto Elevado Segundo Piso permite que el auxilio a la población de los 112 municipios afectados sea puntual.

Los daños a la infraestructura por los sismos han sido menores, en la mayoría de los casos se repararon y no se presentan cortes a la circulación, por lo que opera en 100%.

La solvencia con la que la infraestructura carretera ha sorteado las pruebas que le ha impuesto la naturaleza demuestra el talento y profesionalismo de los ingenieros y trabajadores mexicanos.

En cuanto a la infraestructura carretera libre de peaje, hay conectividad en toda la red federal.

En el Estado de México, las diferentes vías que tuvieron afectaciones, han sido reparadas y operan con normalidad.

En los límites de Morelos y Guerrero, hubo derrumbes en diferentes carreteras, los cuales se repararon de inmediato.

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