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U n féretro blanco con diamantina azul, de un metro cincuenta de largo, fue cargado por familiares y vecinos, quienes entre lágrimas lo llevaron hacia el panteón de San Gregorio, donde despidieron a Noemí Natalia Martínez Rodríguez.

“¡Por qué se tuvo que ir mi chiquita!”, gritaba Ivonne Rodríguez, mamá de Noemí, cuando el ataúd de su hija de apenas seis años ingresaba al cementerio. Durante el sismo de 7.1 grados del pasado martes, una piedra que de la parroquia de San Gregorio cayó sobre la cabeza de la menor de edad y le ocasionó la muerte.

Sus familiares la describieron como una niña “muy alegre, muy despierta, cantaba, reía, bailaba”, comentó Alejandra Rodríguez, tía de la menor.

Alejandra relata que Noemí cursaba el primer año de la primaria y cuando ocurrió el temblor acababa de salir de la escuela, junto con su padre se encontraban en el centro de San Gregorio, irían al mercado, pasaban por la parroquia que lleva el mismo nombre del pueblo, cuando comenzó el sismo.

“Le cayó una piedra en la cabeza, murió enseguida. Su mamá salió corriendo de la casa para buscarla porque sabía que estaban por el mercado, cuando llegó a la iglesia presentía que su niña estaba entre los escombros”, dijo.

En cuanto terminó el terremoto los vecinos ayudaron a quitar los pedazos de roca de la parroquia para rescatar el cuerpo de la pequeña. “Ya no había nada que hacer”, recordó.

Noemí no fue la única víctima del sismo sepultada en el panteón de San Gregorio; entre los escombros y el olor a tierra mojada, los habitantes de esa comunidad de Xochimilco, también despidieron a sus familiares y vecinos que fallecieron en el sismo de 7.1 grados del martes pasado.

En el panteón de la comunidad también fue inhumada Gloria Balbina Martínez y Saida Daniela García Hernández, quienes perdieron la vida cuando la parroquia de la localidad se derrumbó.

Con la canción Hermoso Cariño, Gloria Balbina de 83 años, fue sepultada por sus familiares.

Gloria Balbina se encontraba realizando las compras para preparar la comida cuando el sismo ocurrió, iba pasando por la parroquia cuando los muros comenzaron a desplomarse y ella quedó sepultada. Aunque los vecinos actuaron de inmediato para remover los escombros y trasladarla al hospital más cercano, perdió la vida.

Saida Daniela García Hernández, de 21 años de edad, también falleció tras el derrumbe del templo religioso, cuando quitaron de su cuerpo los restos de los muros de la parroquia que cayeron sobre Saida, estaba muy herida y a sus 21 años falleció al llegar al Hospital Infantil de Xochimilco, donde sería atendida.

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