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En el marco del 49 aniversario de la masacre en Tlatelolco, el titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), Jaime Rochín del Rincón, hizo un llamado a los comités de víctimas directas e indirectas a acercarse al organismo para buscar los mecanismos de reparación integral del daño.

Los invitó a participar en la investigación que la CEAV iniciará el próximo año con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otras instituciones académicas, con motivo del 50 aniversario de estos hechos que marcaron al país en la segunda mitad del siglo XX.

“Es muy importante que puedan aportar, si así lo desean, elementos para la verdad de los hechos, es decir, que pudieran intervenir y conocer los documentos de trabajo, para generar una investigación objetiva sobre lo que realmente ocurrió, no sólo la verdad en concreto, sino una memoria que pueda señalar cuáles son las consecuencias que adhirieron las familias a partir de estos hechos, en el aspecto personal como en el sicosocial”.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Rochín del Rincón reveló que más de mil víctimas directas e indirectas de lo ocurrido en octubre de 1968 y junio de 1971, éste último año conocido como el Halconazo, están inscritas en el Registro Nacional de Víctimas y en espera de que se inicie su proceso: “Tenemos aproximadamente mil personas registradas y listas para el proceso, de las cuales 400 son directas y el resto indirectas, son de los hechos ocurridos tanto en 1968 como en 1971”.

Rochín del Rincón aclaró que la reparación va más allá de la compensación económica, es, subrayó, “la restitución de los derechos, la rehabilitación de las personas y la satisfacción de las personas, tiene que ver con cosas de memoria y con reconocimiento de responsabilidades”.

El comisionado acusó que algunos comités y colectivos del 68 no han querido tener contacto con la comisión ejecutiva, situación que, aseguró, se ha respetado; sin embargo, reiteró su llamado para acercarse.

“El objetivo es cómo podemos ayudarlos para la reparación integral, que incluye el conocimiento de la verdad de los hechos, porque las víctimas quieren y requieren, como parte de su reparación, justicia y verdad”, recalcó.

Algunos comités, aseguró, han señalado que aceptar la reparación es “claudicar en sus principios de sus luchas o de sus postulados, lo que es bastante válido para nosotros, pero también entendemos que haya personas que sufrieron estos hechos de manera indirecta y que el Estado tiene la obligación de acercarse a ellos, recordemos que en 2018 se van a cumplir 50 años”.

Señaló que la CEAV está decidida a trabajar en el tema de los movimientos del pasado y seguir en casos específicos como la masacre de Piedras Negras, Coahuila, y las fosas clandestinas en Tetelcingo y Jojutla, Morelos.

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