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Los daños estructurales que sufrieron decenas de iglesias en la región de los volcanes por el terremoto del martes, no impidió que se llevaran a cabo actividades eclesiásticas en carpas provisionales que instalaron los párrocos para que los feligreses acudieran a la homilía dominical.

“Dios no puede abandonarnos”, les dijo el padre Alfonso Cervantes a los católicos que fueron al espacio alterno habilitado a un costado de la parroquia de Nuestra Señora de La Asunción, que data del Siglo XVI y que tuvo severos daños en su bóveda.

En el mensaje les pidió a los asistentes que tuvieran fortaleza espiritual para salir de esta crisis que ha provocado la madre naturaleza.

“Debemos tener esperanza y fortaleza para seguir y ayudar siempre al prójimo. Esforcémonos, caminemos luchando juntos y que sigamos adelante a pesar de la tragedia”, dijo.

Las puertas del inmueble que está en el centro de Amecameca fueron cerradas para evitar algún riesgo a los visitantes. En las rejas se colocaron cartulinas en las que se informó a los feligreses que las misas se efectuarían en una carpa en el estacionamiento.

Durante la eucaristía se pidió por el descanso eterno de las víctimas del terremoto que enlutó a decenas de familias en varios estados de la República mexicana.

“Yo creo que sí hay fortaleza en el pueblo mexicano, finalmente el miedo lo vemos siempre y creo que la fe nos debe de ayudar, nos tiene que fortalecer para seguir caminando, no podemos simplemente estancarnos. Hemos sido siempre una Iglesia peregrina, que camina y eso nos tiene que ayudar para fortalecer nuestra fe, yo creo que hombro con hombro podemos hacer mucho, solos nada”, expresó el sacerdote.

También se colocaron espacios alternos en Tlalmanalco, Ozumba, Atlautla y Tepetlixpa para que los católicos mexiquenses pudieran realizar sus ceremonias religiosas, aunque no fueran en el interior de los templos, la mayoría que datan de los siglos XVI y XVII.

El templo en honor a San Pedro y San Pablo Apostoles, construido en 1508, localizado en el municipio de Ecatzingo, tiene afectaciones en la fachada, torres, campanario y cúpula y permanece cerrado; acondicionaron un sitio para los festejos religiosos.

Frente a este inmueble se encuentra el palacio municipal que también resultó dañado y en donde no se realizan actividades oficiales.

En Tlalmanalco, la iglesia de San Luis Obispo de Tolosa tiene daños estructurales visibles e instalaron una carpa en el estacionamiento para que se llevaran a cabo los bautizos, bodas y misas para las quinceañeras.

La iglesia de San Vicente Chimalhuacán en Ozumba, edificado en el siglo XVI, tiene desperfectos en la bóveda y campanario. No hay actividades, pero también colocaron una carpa para efectuar sus misas.

En esa parroquia dominica que es considerada de mayor antigüedad del Estado de México fue bautizada Sor Juana Inés de la Cruz en 1651.

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