La obesidad, el embarazo, el sedentarismo y el calor, como el que se vive durante el verano, son los principales factores de aparición de insuficiencia venosa, señaló Sergio Zúñiga Sánchez, médico de la Universidad del Valle de México, campus San Rafael.

El también docente explicó que uno de los desencadenantes principales de los síntomas de esta condición, que se conoce comúnmente como várices, es el calor.

El incremento de la temperatura ambiental por arriba de los 20 grados centígrados en algunos lugares del país, que en otros sitios puede superar los 30 grados, suele favorecer la distensión de los vasos sanguíneos, en específico de las venas, y esto causa también una dificultad en el retorno venoso, ocasionando los síntomas que se presentan en las várices.

Estos síntomas pueden ser: adormecimiento, comezón, puntos ardorosos y dolor en las piernas. “Puede llegarse incluso a los espasmos, es decir, calambres musculares, que siempre son muy dolorosos. Esos son los síntomas cardinales; sin embargo, una complicación de las más temidas para las várices es la formación de úlceras, que muy difícilmente llegan a cerrar”, detalló.

Sergio Zúñiga dijo que la hidratación es algo fundamental en esta época de calor, aunque alertó acerca de excederse en el consumo de líquidos, porque si se beben más de cinco litros de agua hay exceso de ésta en el cuerpo, lo que ocasiona un mayor volumen, y esto tiene mayor repercusión cardiovascular y puede condicionar todavía más un edema en las extremidades.

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