Carlos es oriundo de Cuautepec, Hidalgo, y desde hace cuatro años radica en Holanda. El martes, cuando se enteró de que un terremoto había sacudido el centro de México no pudo conciliar el sueño, pensando cómo ayudar a los afectados de su país.

Me comunico con mi hermano, quien vive en la Ciudad de México, platicamos y comienzo a entender la magnitud del desastre, dice el diseñador gráfico.

Pensar en edificios caídos, en gente atrapada fue una sacudida. Una de las opciones rápidas para conocer qué pasaba en el país y cómo poder ayudar fueron las redes sociales y el grupo de Facebook “Mexicanos en Holanda”, integrado por más de dos mil personas.

Ronald Van Rij, su pareja, sugiere iniciar una colecta entre los habitantes de ese país. Fue así como Carlos solicitó ayuda a los holandeses, explicarles que México los necesita, y de inmediato la solidaridad empezó a llegar.

“Sé que ha sido poco, llevamos 600 euros, unos 12 mil pesos mexicanos, pero es una aportación que en algo podrá ayudar a las personas que han sido afectadas”.

La mecánica de Carlos es recibir en su cuenta el donativo para poder transferirlo a México, debido a que de una cuenta holandesa se perdería casi la mitad en impuestos.

Luego el dinero se envía a México a los contactos que tiene Carlos y se regresa un ticket para que los donantes sepan que si llegó la ayuda.

Explica que en el grupo de Mexicanos en Holanda cada quien ha tratado de ayudar, algunos con colectas, otros organizan eventos que se desarrollarán este fin de semana. “La solidaridad y el sentido de pertenencia entre los mexicanos en Holanda no se ha perdido. Hay quienes tienen hasta 40 años y su vida está hecha en Holanda; sin embargo, México se lleva en el corazón”.

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