Desde hace tres años

se ha documentado la situación de extrema pobreza en la que vive la familia Rojas Zavala y los problemas que enfrenta en la época de regreso a clases debido a la falta de recursos; en ese periodo pasaron de tener 10 integrantes a ser 17 y de comer huevos a poder comprar chicharrón de puerco gracias a la llegada de la abuela, quien fue deportada de Estados Unidos y tiene problemas cardíacos.

. En ese momento la familia estaba compuesta por los esposos Clara Zavala y Julio César Rojas, y sus ocho hijos, dos de los cuales continuaban estudiando, mientras que los demás tuvieron que abandonar la escuela ante la imposibilidad de costear los gastos.

Los padres luchaban por comprar el uniforme y los útiles escolares de sus hijas Teresa de Jesús y María Guadalupe, e incluso no habían podido pagar la inscripción a la escuela. Mientras que Luis Alberto, quien entonces tenía 14 años, estaba inconforme por haber tenido que abandonar la secundaria y les reprochaba que no le compraran las cosas que necesitaba.

La familia vivía en hacinamiento y no contaban con servicio de gas, por lo que Clara cocinaba con leña en el fogón. Lo que más comían era huevos, frijol, papas y sopa, que era para lo que les alcanzaba, y las niñas no llevaban lunch a la escuela, lo que las hacía objeto de burlas de sus compañeros.

Historia. Así ha crecido la familia Rojas en tres años
Historia. Así ha crecido la familia Rojas en tres años

,

pues su hija mayor, Adela de 16 años, tuvo un bebé y estaba embarazada de nuevo. Ella y su pareja se quedaron a vivir en un cuarto de la casa. Sin embargo, dos de los hermanos dejaron de vivir con ellos, uno se fue a Chiapas y el otro se fue porque no aguantaba la situación.

En esa segunda ocasión, Teresa de Jesús y María Guadalupe mostraban menos alegría por el regreso a clases, aunque pasaron año con siete de calificación y acumularon más de 20 faltas durante el ciclo escolar. La situación económica de los Rojas se mantuvo en la precariedad y Clara tuvo que remendar los uniformes de las menores y reciclar las hojas de cuadernos usados para que tengan en donde tomar apuntes.

En cuanto a alimentación parecía que el panorama mejoraba, porque de vez en cuando podían comprar retazo de pollo para prepararlo con sopa, aunque su dieta consistía principalmente en tortillas con chile y buñuelos de harina.

Historia. Así ha crecido la familia Rojas en tres años
Historia. Así ha crecido la familia Rojas en tres años

y ahora el panorama es diferente, porque la abuela regresó de Estados Unidos tras ser deportada. Clara se vio forzada a dejar su empleo de trabajadora doméstica para cuidarla, debido a que sufrió un derrame cerebral y le practicaron una cirugía a corazón abierto.

El gasto en medicamentos ha hecho aún más compleja la situación de la familia, que ahora está conformada por 17 integrantes, contando a dos nueras. Aunque no viven todos juntos, los papás, los tres hijos menores y la abuela Beatriz se quedaron en la casa ubicada en Nezahualcóyotl. Adela, su pareja y sus dos hijos se cambiaron a unos metros del lugar.

Dos de los hijos se fueron a rentar juntos, el que vivía en Chiapas regresó y vive en el Estado de México con su novia, quien está embarazada, y otro de ellos vive con su abuelo y es DJ.

Teresa de Jesús y María Guadalupe mejoraron sus calificaciones y desean continuar sus estudios para incorporarse a las Fuerzas Armadas y a la policía. Las dos sueñan con independizarse, trabajar y poder comprarse todo lo que necesitan.

La situación económica se vio afectada por la llegada de la abuela Beatriz, pero no todo es malo, ahora comen verduras, frijoles, chicharrón de puerco y tortillas; además, gracias a los ahorros que ella tenía pudieron adquirir una televisión y un refrigerador.

Historia. Así ha crecido la familia Rojas en tres años
Historia. Así ha crecido la familia Rojas en tres años

afcl

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses