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Personal de la agencia 5 del Ministerio Público Coyoacán “nos pidió p'al chesco, para agilizar la expedición del acta de defunción de mi mamá, quién falleció tras los sismos del 19 de septiembre”.

“¿Para el refresco? 10 pesos pensamos, pero al final fueron mil pesos que pagó la funeraria para agilizar el trámite y nos dieran el cuerpo de mi madre esa misma noche”, afirmó ahora con indignación Xóchitl.

El desplome del edificio de cinco pisos donde vivía estaba ubicado en la esquina de Galicia y Niños Héroes, a una cuadra del Eje Central. De ahí fue rescatada la mujer de 70 años, quien falleció en un hospital de Traumatología, en calzada del Hueso y Las Bombas, “donde nos dijeron que no podían extender el acta de defunción, por lo que tuvimos que ir a pedirla a la agencia 5 del MP de Coyoacán”.

“Aún en momentos de dolor, que afectaron no sólo a nuestra familia, sino a todo el país, estos sujetos se atrevieron a lucrar con eso”, dijo la mujer que junto con su hijo ahora vive en un albergue. Perdió su hogar y el equipo de una estética que instalaría en la planta baja, cuyos permisos de apertura tramitaba en la delegación en el momento del sismo.

Personal de la agencia 5 del MP de Coyoacán, que laboró aproximadamente a las 11 de la noche del 19 de septiembre, no aceptó el dinero con el que se compra un refresco, su tarifa para agilizar el trámite fue de mil pesos, cifra que pasó a la factura que cobró de la funeraria.

La mujer de 70 años fue rescatada con vida del edificio de color amarillo, cuyo desplome se hizo viral en redes sociales. Una ciudadana escuchó la alerta sísmica y documentó cómo el inmueble de cinco pisos se tambaleaba e instantes después, cae generando una nube de tierra, justo frente a la iglesia de Santa María de La Natividad, en la Benito Juárez.

En este inmueble presuntamente también fallecieron dos hombres y una mujer, en tanto que un hombre de 65 años fue rescatado con vida.

Juan Manuel Guzmán, propietario de uno de los departamentos, afirmó que ya no regresarían a vivir a esa esquina. “Nos decían que estaba bien hecho y que era casi imposible que se cayera”. La mayoría de los propietarios adquirieron su departamento con créditos de Infonavit y Fovissste o con créditos hipotecarios.

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