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Con la esperanza de que sus familiares no estuvieran reportados como muertos, pero como parte de la búsqueda, decenas de personas acudieron al Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) de la Ciudad de México.

El esposo de Rosa Elizalde Romero acudió junto con algunos familiares al Incifo. Fue su última opción.

Primero llegó al edifico donde trabajaba en la esquina de Escocia y Edimburgo, después a los hospitales, pero les indicaron que Rosa había sido trasladada al “Semefo”.

“Desde ayer no sé nada de ella, ella trabajaba con una señora en ese edificio. Me enteré por internet de lo que pasó y luego luego me fui para el edificio, allá nos dijeron que la rescataron pero que estaba en el instituto”, contó Anaceto López.

Los dos son originarios de Nicolás Flores, Hidalgo, pero residían en Tecámac, Estado de México.

Ella trabajaba como empleada doméstica en un departamento del edificio que se colapsó la tarde del martes, tras el temblor de 7.1 grados que se registró en la Ciudad de México.

“Tenemos cuatro hijos, pero ya ninguno vive en México, me quedé solo”, dijo Anaceto mientras intentaba ocultar sus lágrimas.

El Incifo había recibido hasta anoche 44 cadáveres provenientes de los diversos edificios colapsados en la ciudad, de los cuales 27 eran mujeres y 17 hombres.

El Tribunal Superior de Justicia informó que fueron entregados 29, los cuales fueron plenamente identificados por sus familiares. Otros seis estaban en la espera de ser entregados por las autoridades.

Cuatro permanecen sin ser identificados. Se trata de dos cuerpos —uno masculino y otro femenino— provenientes de un edificio derrumbado en la calle de Huichapan, en la colonia Hipódromo Condesa; otro, de sexo masculino, encontrado en un derrumbe registrado en la calle Rancho del Arco, colonia Girasoles Villacoapa, y una mujer localizada en una vivienda en las inmediaciones de Torreón y Viaducto, colonia Roma.

Otro de los cuerpos entregados a sus familiares fue el de Lini Ferguson, quien vivía en el edificio que colapsó en Escocia y Edimburgo.

“Tiene 50 años de edad, vivía con su hijo, pero él no estaba cuando fue el temblor, no había más familiares con ella. Ella era panameña”, dijo uno de los familiares de Lini.

Un año y medio había trabajado María Guadalupe en el edificio de Escocia y Edimburgo, era proveniente del estado de Puebla y a sus 20 años perdió la vida bajo sus escombros.

Frente al Incifo, su novio Rodrigo no paraba de llorar, dos años de relación y un proyecto de vida juntos se quedaron atrás.

“Teníamos dos años, nos conocimos en Puebla, ella trabajaba como empleada doméstica y sólo salía los fines de semana; su familia ya vino por ella”, dijo Rodrigo.

Para apoyar a los familiares que perdieron a un ser querido tras el sismo, la Asociación de Propietarios de Funerarias y Embalsamadores de la Ciudad de México regalaron ataúdes y servicios de traslados a donde sea necesario. David Vélez, integrante de la asociación informó que hasta el momento se han regalado 42 féretros, pero que cuentan con los suficientes recursos para apoyar a la mayoría de los afectados. “Estamos otorgando un ataúd, estamos haciendo el traslado del cuerpo y trámites de forma gratuita”, comentó.

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