León, Gto.— Víctor, de 14 años, y Miguel Ángel, de 16, esperaban los festejos de Reyes Magos cuando una descarga de balas acabó con sus vidas; su primo hermano Brandon, quien convivía con ellos, sufrió heridas de las que se logró sobreponer.

La noche del pasado 4 de enero, los primos platicaban en una camioneta Windstar azul, frente a la casa de Víctor, al momento que los atacaron con una AK-47. Personas que andaban en la calle Paracho, ubicada en la colonia La Brisa, corrieron al escuchar “la tronadera”.

En el hogar de Miguel Ángel, conocido como El Melenas, había duelo por el fallecimiento de su padre Néstor Manuel García López, de 43 años, asesinado a balazos 34 días antes afuera de su domicilio en la misma colonia.

De la tragedia la familia se resiste a hablar. Pasaron por “una pena seguida de otra”, dice un vecino que pide la reserva de su nombre.

A los muertitos “hay que dejar que descansen en paz”, comenta.

El hombre de 60 años expresa la tristeza que siente de ver a tanta gente conocida a la que le arrebatan la vida. “Ellos eran unos niños, seguido se les veía en la calle, el más chiquillo entraba a su casa con una mochila de escuela”, dice.

De los muchachitos se habló mucho, pero se desconoce la razón por la que los mataron: “Es cosa que no tiene remedio”.

Tampoco hay que meterse en los asuntos de los demás, para evitarse problemas, aconseja. Otros colonos no quieren hablar del tema, algunos parecen vigilar con la mirada a las personas ajenas al barrio.

El Ministerio Público aún integra las carpetas de investigación por los asesinatos de Víctor, conocido como El Meñitos, y Miguel Ángel, la noche en que les arrebataron la vida mientras hacían planes para la rosca y celebración de reyes.

Una de las hipótesis que planteó el Ministerio en enero es que podrían estar relacionados entre sí con el homicidio del padre de Miguel Ángel y con un móvil de venta de drogas.

Entre vecinos las versiones de los hechos son distintas, algunos vieron a tres hombres que se acercaron a un grupo de adolescentes y les dispararon, otros comentan que eran dos, pero coinciden en que los agresores se escaparon en un carro pequeño color gris.

Pasada las 11 de la noche había poco movimiento en la zona, al escuchar los disparos la gente salió de sus casas; pedían ayuda: “¡Una ambulancia!”, “¡háblenle a la policía!”.

No llegaron los auxilios, con ayuda de conocidos los familiares subieron a los tres jóvenes a un vehículo y se fueron rumbo al Hospital General Regional, que se encuentra a menos de 10 minutos de distancia en auto, pero sólo Brandon llegó con vida.

Después arribaron patrullas con policías que resguardaron la camioneta como escena del crimen, la cual tenía los vidrios quebrados y perforaciones en diversas partes, cercaron un tramo y a la medianoche llegó el Ministerio Público.

Al amanecer se observaban las huellas de la violencia, vidrios, manchas de sangre en la calle. Los peritos del Ministerio Público levantaron 18 casquillos percutidos calibre .223 milímetros y de arma corta.

La Brisa ha sido escenario de ocho ejecuciones en marzo, octubre y diciembre de 2017 y en enero de este año, en tres casos las víctimas fueron menores. En octubre del año pasado, en la esquina de las calles Apatzingán y La Piedad, privaron de la vida a José Eduardo, de 19 años y a José Luis, de 28.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses