justiciaysociedad@eluniversal.com.mx

Un juez federal condenó a 15 y 25 años de prisión a tres integrantes de Los Caballeros Templarios, supuestos sicarios que trabajaban para Francisco Galeana Núñez, El Pantera, uno de los siete principales lugartenientes del grupo criminal.

El Juez Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en Jalisco dictó sentencia en la causa penal número 38/2014 que se sigue contra Villaseñor Guerrero, a quien condenó a 15 años, tres días de prisión y al pago de una multa por 12 mil 112 pesos.

De acuerdo con registros del Consejo de la Judicatura Federal, “Villaseñor Guerrero fue encontrado responsable de los delitos contra la salud por posesión de cannabis sativa con fines de comercio y portación de arma de fuego deluso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea del país”.

Fue detenido en febrero de 2014 junto con otros dos sujetos a quienes se les decomisaron armas de fuego, droga y vehículos, y quienes también fueron sentenciados en la causa penal.

Se trata de Adalberto Villalobos, El Lagrimita, o El Flaco, a quien se le impuso una pena de 25 años, tres días de prisión y una multa de 28 mil 934 pesos por delincuencia organizada, delitos contra la salud en su modalidad de posesión de marihuana con fines de comercio y portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y Fuerza Aérea.

También de Omar Israel Zalapa Luna a quien el juez impuso una pena de 15 años con tres días de prisión y una multa por 12 mil 120 pesos por los ilícitos contra la salud en su modalidad de posesión de marihuana con fines de comercio y portación de arma de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.

Las sentencias emitidas por el Juez Tercero de Distrito aún pueden ser apeladas por la defensa de los supuestos delincuentes.

Los tres sujetos fueron identificados como sicarios de Los Templarios al servicio de El Pantera, quien fue abatido por la Policía Federal durante un operativo.

El Pantera se distinguía por usar la imagen del felino para demostrar su control sobre quienes le rodeaban.

Incluso, sus parejas sentimentales debían tatuarse en el ombligo la imagen del animal y sus colaboradores debían traerla tatuada en uno de los hombros. Fungía como coordinador regional de Los Caballeros Templarios y se le atribuye el control del tráfico de estupefacientes y el cobro de extorsiones a empresarios y productores agrícolas en los municipios de Apatzingán, Uruapan, Taretan, Gabriel Zamora, Ziracuaretiro, Nuevo Parangaricutiro y Tingambato.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses