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El Programa Vaquita CPR concluyó sus operaciones sin lograr mantener en cautiverio a un solo ejemplar del cetáceo, el equipo de especialistas analizará cuáles serán las siguientes acciones para la recuperación de los 30 ejemplares que quedan de esta especie.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), informó que este viernes 10 de noviembre finalizaron las operaciones de campo en el Alto Golfo de California, tal con previsto.

El equipo de Vaquita CPR y un panel de revisión independiente revisarán los resultados, a fin de determinar las acciones siguientes, mismas que se informarán al gobierno de México mediante una recomendación técnica.

Para la puesta en marcha del programa, la Semarnat canalizó 3 millones de dólares para instalar un santuario ubicado en San Felipe, Baja California, el cual posee tanto una parte terrestre como marina; en la terrestre, denominada Vaquita Care Center, está conformada por laboratorios y oficinas, y la marina donde se colocarían a los ejemplares capturados.

La Armada de Estados Unidos prestó cuatro delfines nariz de botella que apoyaron en la búsqueda de la vaquita marina, que se llevó a cabo en las aguas del Alto Golfo de California.

Las operaciones de Vaquita CPR iniciaron en octubre pasado. Durante las semanas que duró el operativo, el equipo de 65 científicos de nueve países estuvo en el mar las 24 horas de cinco días y ocho días de manera parcial.

Los científicos reportaron el avistamiento de ejemplares de vaquita marina en ocho de 13 días de labor en el mar. Registraron 32 contactos, incluyendo probables ejemplares repetidos en el curso de un día.

La dependencia federal aclaró que estos encuentros no representan un estimado de la población de vaquitas. Los eventos de avistamientos incluyeron de uno a tres animales a la vez, con promedio de dos ejemplares por grupo.

El equipo de Vaquita CPR lanzó redes en tres días y dos ejemplares fueron capturadas durante las operaciones.

La primera fue una hembra muy joven que fue liberada porque no pudo adaptarse a las instalaciones; la segunda captura fue de otra hembra madura que no se encontraba ni en estado de gestación ni lactando. La vaquita fue liberada porque tampoco pudo adaptarse en “El Nido”.

Con este segundo ejemplar, se requirió de intervención veterinaria urgente, y a pesar de los esfuerzos por salvar su vida, el cetáceo no sobrevivió. Posteriormente se llevó a cabo una necropsia y se tomaron muestras de sus tejidos, los cuales fueron enviadas a laboratorios especializados para realizar estudios genéticos con el fin de analizarlos y determinar la causa del deceso.

El equipo de Vaquita CPR anunció que publicará un reporte completo en cuanto se tenga toda la información del procedimiento.

Debido a la conducta que mostró la vaquita en cautiverio, la recomendación unánime de los científicos a cargo del programa al panel independiente de expertos, fue suspender la parte de captura del operativo.

El panel aceptó esta recomendación y los esfuerzos de captura se suspendieron el 4 de noviembre. La operación de captura se reemplazó con tareas de identificación de ejemplares de vaquita marina mediante levantamiento fotográfico para descifrar el comportamiento de las poblaciones de esta marsopa y sus patrones de movilidad.

Dispositivos de grabación acústica (CPOD) fueron utilizados en el proyecto para localizar ejemplares. Se diseñó un marco muestral de 36 áreas para monitorear la actividad acústica en zonas reconocidas con alta actividad.

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