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Agua, miel y limones es la dieta de la huelga de hambre por la que han optado algunos internos en las cárceles de México para ejercer presión a las autoridades penitenciarias.

Esa técnica ahora la aplica el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, en el Reclusorio Norte, en protesta por la forma en que se lleva su proceso y la intervención del actual mandatario veracruzano, Miguel Ángel Yunes, puesto que considera que es una “persecución política”.

A menos de 24 horas de anunciar su huelga de hambre en la celda, la defensa del ex priísta comentó que la decisión de Duarte de Ochoa de no probar alimentos será de manera indefinida.

El abogado Marco Antonio del Toro manifestó su preocupación por la huelga de hambre que comenzó en el reclusorio, ya que pone en riesgo su estado de salud.

“La defensa del ex gobernador Javier Duarte se solidariza con los motivos que le impulsaron para tomar la decisión de iniciar una huelga de hambre en su celda; sin embargo, de ninguna manera está de acuerdo con el hecho de que ponga su estado de salud en riesgo”, explicó.

“Se hará lo imposible porque pare esta huelga de hambre, también trabaja porque se garantice un recto, honesto y leal derecho de defensa, que impida que no se consume ni un atropello más”, dijo en comunicado.

Esto, luego que el propio Javier Duarte de Ochoa manifestó por medio de una carta la noche del jueves pasado que comenzaría una huelga de hambre como protesta para expresar su desacuerdo de cómo se lleva el proceso en Veracruz y detener la “persecución política”.

Por otra parte, la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México reportó que el estado de salud de Duarte de Ochoa es estable y se le estarían realizando revisiones médicas tres veces al día.

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