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La zona de la montaña, la parte limítrofe entre Puebla y Veracruz, se convirtió en el “sector de alarma y mayor peligrosidad para el autotransporte ferroviario”, ya que ahí se cometen gran parte de los robos que sufre este sector, aseguró el presidente de la Comisión de Transporte de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Felipe de Javier Peña Dueñas.

“La situación parece estar descontrolada, puesto que en el primer trimestre de 2017 se registraron 125 robos de este tipo en todo el país, mientras que en igual periodo de 2018 se elevaron a 720, lo que significó un crecimiento de 476% y una severa concentración del problema en los estados de Guanajuato, Puebla, Veracruz, Estado de México, Querétaro, Michoacán y Jalisco”, de acuerdo con la confederación.

Lo que más llama la atención de los criminales en cuanto a la carga que se transporta por ferrocarril son los granos: maíz amarillo para ganado, trigo para panificadoras y frijol de soya, además de bebidas. Respecto a los granos, casi nunca se recupera lo robado.

Hay casos terribles de asaltos a ferrocarriles que incluyen hasta más de 100 vagones, aseveró Javier Peña Dueñas.

Explicó que del volumen total movido por ferrocarril, 22% corresponde a granos, del cual 12% es maíz, 3.7% trigo y 1.5% frijol de soya. Además, 2.4% son forrajes, pastas y semillas oleaginosas, en tanto que 3.9% pertenece a otros productos agrícolas.

En septiembre de 2017, el presidente de la Asociación de Avicultores de Teotihuacán, Jorge García de la Cadena, dijo a EL UNIVERSAL que el sector fue víctima del “robo del siglo”, porque sustrajeron de los vagones del tren mil toneladas de granos que estaban destinados para alimentar a gallinas y cerdos.

Movilizar esa cantidad de grano no fue fácil porque se requerían 35 tráileres para llevarlo a cabo.

García de la Cadena añadió que con esa cantidad de semilla se podría haber alimentado a 30 millones de gallinas o 30 mil vientres de cerdo.

Solamente de enero agosto de 2017, los robos a la industria avícola sumaron 5 mil toneladas de maíz amarillo y soya.

Para Peña Dueñas, de Concamin, el gran problema es que los atracos al ferrocarril llegan a ser sabotajes, al desconectarse los frenos. Pero en el caso de los vagones, se perforan los techos para luego entrar en ellos y abrir las puertas.

Por el último robo a un ferrocarril de Ferromex, que iba en la ruta Veracruz a Puebla, se afectó la movilización de 300 toneladas de producto, el cual está varado en el puerto veracruzano.

Aunque ya se tomaron medidas para evitar que sea mayor la afectación y se corra el riesgo de escasez por la falta de abasto de diversos productos como el cloro, todavía hay carga detenida.

El presidente de la Comisión de Enlace Legislativo de la Concamin, Juan Pablo García, dijo que aun cuando el delito de robo a trenes se votó en la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados para elevarse a delito federal, al tipificarse como ilícito de seguridad nacional no logró presentarse al pleno, al igual que ocurrió en el Senado.

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