“Por exigir justicia para el caso de mi padre, las autoridades estatales y federales prácticamente todas me han mandado al diablo. No hay nada que el gobierno mexicano quiera o pueda hacer por una víctima que ha demandado al Estado mexicano justicia por el asesinato de su padre”. Es Carlos Domínguez Ramírez, hijo de Carlos Domínguez Rodríguez, periodista asesinado el pasado 18 de enero en Nuevo Laredo, y quien por exigir justicia para su padre tuvo que salir del país y pedir asilo en Estados Unidos. 

En entrevista con EL UNIVERSAL desde algún lugar del país vecino que prefiere omitir por medidas de seguridad, Carlos Domínguez afirma que desde el asesinato de su padre, quien falleció tras 20 puñaladas, la vida tranquila que tenía se terminó e inició una etapa en la que sólo busca, por todos los medios posibles, que la justicia llegue porque, “conozco la justicia en México y puede que esta nunca llegue”. 

Entrevistas y reuniones con diversos legisladores de Estados Unidos y con Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), han sido algunas de las actividades que ha hecho en la Unión Americana para hacer presión para que el Estado mexicano encuentre al asesino de su padre y no sea un crimen contra periodistas que quede una vez en la impunidad.  

“A raíz de que me vine a Estados Unidos entiendes que para el gobierno, para las autoridades te vuelves una carga y te dan la espalda, eres un problema para ellos, pero no debería ser así. La Procuraduría cree que sólo con que ayude para enterrar el muerto, la familia estará tranquila, pero eso no es cierto” . 

A tres meses de haber huido del país, asegura que al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas “les valemos un pepino, no sirve de nada, están rebasados. Por ejemplo, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) no abastece las necesidades tanto sicológicas como sociales. Estamos solos”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses