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Entre el 30 de septiembre y el 15 de noviembre pasado se registraron 491 casos de influenza, es decir, 333 más que los contabilizados en el mismo periodo de 2017, cuando detectaron 158 enfermos, de acuerdo con las cifras de la Secretaría de Salud (Ssa).

Al dar a conocer el más reciente Boletín Epidemiológico, la dependencia detalló que de los 491 casos de influenza, 378 corresponden a la cepa A(H1N1), 76 a la B, 28 del tipo A y 9 de A(H3N2). Informó que se han notificado 28 muertes por este virus: 23 son de A(H1N1), 3 de la cepa A y 2 de B. El año pasado fueron dos fallecidos.

De acuerdo con la información de Salud, en la semana 46 —que abarca del 11 al 15 de noviembre— del 2017 se contabilizaron 158 casos y dos defunciones. El crecimiento del virus también se observó en la última semana, al incrementarse 116 reportes de este padecimiento, puesto que hasta la semana del 4 al 10 de noviembre se reportaron 375 y 16 defunciones.

Las entidades con mayor número de casos confirmados de influenza durante la temporada estacional 2018-2019 son: Veracruz, Guerrero, Chiapas, Sinaloa y Oaxaca; que en conjunto suman 51.9% del total de casos confirmados. Los estados con más defunciones por influenza son: Veracruz, Tabasco, Sonora, Chiapas y Sinaloa, que en conjunto suman 64.3% de las defunciones.

Salud detalló que los grupos de edad con más casos de influenza son: de 1 a 9 años, mayores de 60 años y de 40 a 49 años. Explicó que en esta temporada se observa mayor circulación del tipo A(H1N1), con 77%; tipo B, con 15%; influenza A, con 6%, y A(H3N2) con, sólo 2%.

Ante las bajas temperaturas que se han registrado en los últimos días, la dependencia recomienda a la población abrigarse y evitar los cambios bruscos de temperatura. Explicó que la influenza, también conocida como “gripe”, es una enfermedad respiratoria contagiosa que afecta principalmente a la nariz, garganta, bronquios y ocasionalmente los pulmones.

La forma más eficaz de prevenir la enfermedad y sus consecuencias es la vacunación; otras recomendaciones importantes son el lavado de manos, evitar el contacto directo con las personas que estén enfermas, no tocarse la nariz, la boca y los ojos, así como limpiar las superficies de contacto más comunes en el hogar, en el trabajo o en la escuela, especialmente cuando alguien está enfermo.

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